Adaptarse a las plataformas virtuales: el reto de los museos en confinamiento

Producto de las exigencias impuestas por el COVID-19, los centros culturales han acelerado sus procesos de modernización. Han apostado, por ejemplo, por actividades online. Sin embargo, para algunos espacios esta tarea apenas comienza, dejando en evidencia un nuevo debate respecto de los museos en el país.

Producto de las exigencias impuestas por el COVID-19, los centros culturales han acelerado sus procesos de modernización. Han apostado, por ejemplo, por actividades online. Sin embargo, para algunos espacios esta tarea apenas comienza, dejando en evidencia un nuevo debate respecto de los museos en el país.

A mediados de marzo, justo cuando se preparaban para abrir las primeras exposiciones contempladas para 2020, los museos nacionales debieron cerrar sus puertas producto de las imposiciones que acarreó el brote de coronavirus en el país. Ante la emergencia, fueron suspendidas inauguraciones, muestras y actividades de mediación. 

De esa manera, sin posibilidades de recibir público y con un teletrabajo incipiente, los centros culturales debieron modificar sus programaciones, trasladando su oferta al mundo digital, lo que implicó un nuevo reto en términos de adaptar su contenido a las plataformas virtuales. 

El Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) fue una de las entidades que debió adaptarse a estas nuevas condiciones. Entre el 24 de marzo y el 3 de mayo debía presentar la instalación Bauhaus 100, el manifiesto se manifiesta del artista José Délano. A ello se sumaba una nueva exposición de Voluspa Jarpa que debía abrir sus puertas el 14 de mayo. Sin embargo, todos los proyectos fueron pospuestos. 

“Hemos procurado reprogramar nuestras actividades. No hemos suprimido, hasta ahora, ninguna exposición”, señaló Fernando Pérez Oyarzún, director del museo. 

“Una segunda línea ha estado en poner nuestro mayor énfasis en la comunicación a través de nuestro sitio web y de nuestras plataformas. Hemos procurado recurrir a elementos que ya teníamos y agregar nuevos. Incluso, estamos pensando, como en el caso de la exposición de Bauhaus, montar esas exposiciones y difundirlas primero en línea y luego presencialmente, invirtiendo lo que sería el orden”, comentó. 

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El Museo de Arte Popular Americano Tomás Lago (MAPA) también ha enfrentado una experiencia similar. Un día después de inaugurar la muestra Mujeres Creadoras, exhibición dedicada a destacar la obra de artistas chilenas contemporáneas, debió suspender sus actividades presenciales. 

Desde 2019, este espacio, dependiente de la Universidad de Chile y emplazado en el centro cultural GAM, había afrontado un escenario complejo producto de las manifestaciones de octubre, por lo que ante la crisis sanitaria, debió retomar un trabajo que ya habían iniciado en cierto sentido:  “Traíamos en el cuerpo todo el proceso desde octubre”, dijo Nury González, directora de la institución. 

“Ahora, se está haciendo un trabajo de escritorio súper necesario, pero un tema fuerte es la visibilización del MAPA en las redes. Ahí tenemos una programación de lunes a viernes con talleres en vivo y entregando contenido con información y documentales. (…) La respuesta de esto ha sido muy impactante, porque no éramos muy activos en redes y ahora estamos llegando a los 6 mil seguidores. Nos siguen desde Estados Unidos, Argentina, España, entonces, ha sido muy potente todo este proceso”, añadió. 

Para la gestora cultural esta transformación ha sido relevante, ya que ha permitido innovar en la entrega de información y, al mismo tiempo, ha descentralizado la promoción del espacio: “Hoy se nos abre este nuevo campo de la virtualidad, de hacer que las muestras circulen y lleguen a todo el territorio nacional. Se descentraliza, se abre una nueva posibilidad de compartir el saber”, comentó.  

En estas transformaciones también ha destacado el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), que inició una curatoría especial para sus redes sociales, y el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos que lanzó un sitio para difundir archivos, películas y conversaciones dedicadas a la contingencia.

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En la imagen, Museo de Arte Contemporáneo.

En regiones, los Museos también se han volcado hacia el mundo digital, promoviendo distintas actividades para mantenerse conectados con su público. Este es el caso del Museo de Historia Natural de Valparaíso y el Museo Regional de La Araucanía, que se han renovado frente a la crisis sanitaria. 

“El Museo de Historia Natural de Valparaíso  es el segundo museo más antiguo de Chile en términos de las ciencias naturales y este año cumple 142 años de vida, por lo tanto, lo que está ocurriendo hoy con las plataformas digitales ha permitido potenciar las colecciones patrimoniales de lógicas arqueológicas y antropológicas”, explicó Sergio Quiroz, director del museo. 

Luego de 41 días de cerrados, el profesional señaló que, en este contexto, las redes sociales y las plataformas se han revalorizado, por lo que uno de los debates futuros debería enfocarse en el cómo potenciar estas áreas. 

“No les dimos importancia hasta hoy. Lo físico y lo digital son complementarios. Una visita a una sala de museo se puede hacerse a través de Internet y los profesores preparar sus visitas a estas plataformas digitales para poder visitar el museo posteriormente”, dijo.  

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En la imagen, Museo de Historia Natural de Valparaíso.

Por su parte, Miguel Chapanoff, director del Museo Regional de La Araucanía, indicó que  la institución ha enfrentado un proceso de adaptación en donde se han trabajado tres aspectos: talleres en línea, difusión de colecciones patrimoniales y apoyos a museos locales. 

“En algunos talleres se registran 250-300 personas de audiencia, lo que para nosotros es un resultado bastante exitoso, porque no solamente participa gente de la región sino que también desde el extranjero”, sostuvo. 

“Ahora, un problema no menor y algo menos visible es todo el trabajo que se hace en términos de conservación preventiva. Hemos seguido trabajando en eso con mediciones ambientales, haciendo conservación preventivas, a pesar de que tuvimos más de 40 días en cuarentena total”, manifestó. 

Las transformaciones vividas por los museos dejan en evidencia un debate que deberá abordarse una vez finalizada la crisis, es decir, cómo acelerar los procesos de modernización para generar un trabajo complementario con el mundo digital, aspecto que, según los profesionales, es cada vez es más ineludible. 

¿Quiénes son los más aventajados y quienes no? ¿De dónde sacar los recursos para impulsar estas transformaciones? Esas son algunas de las preguntas que abre este nuevo escenario.





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