Aproximadamente unas quinientas personas se dieron cita en el templo de la North Central University, en Minneapolis, para despedir al cuerpo de George Floyd este miércoles, en lo que fue el primero de los funerales programados para esta semana.
Manteniendo la distancia social, la ceremonia contó con la participación del activista Al Sharpton, líder de los derechos civiles afroamericanos, quien resaltó que “el verdadero sentido de este memorial es destacar el valor de una vida humana que fue quitada, lo que explica todo el motivo el movimiento que está ocurriendo”.
En la reunión, además, estuvieron presentes los familiares de Floyd, así como su novia Courtney Ross, y el alcalde de Minneapolis, Jacob Frey.
Ya en las afueras del recinto, el ambiente estuvo marcado por diversas protestas, la mayoría de corte pacífico, en la que se levantaron consignas relacionadas con las últimas palabras de George Floyd antes de ser asesinado por un miembro de la policía: “¡No puedo respirar!”.
Además de este servicio fúnebre, hay programados otros en tres ciudades de los Estados Unidos, y que se desarrollarán en los próximos seis días. Luego de Minneapolis, el cuerpo de Floyd será trasladado a Raeford, Carolina del Norte, donde él nació, y el lunes a Houston, donde creció y vivió gran parte de su vida.