La ciudadanía conoce perfectamente la situación irregular que ha existido desde un comienzo respecto de la construcción del puente basculante Caucau que une el centro de Valdivia con la isla Teja. Esto no solo ha significado un enorme trastorno en la interconectividad de dicha ciudad, sino además ha demandado una serie de costos adicionales injustificados para el fisco de Chile.
En relación a las últimas decisiones del MOP, según nuestra visión de los hechos, una de las situaciones más bochornosas fue la controversia entre ese ministerio y la concesionaria Hyundai, empresa coreana que amenazó con suspender las obras del puente colgante Chacao, que une el continente con el archipiélago de Chiloé. La disputa es por una subida diferencia de precio, lo que significaba un 50% de aumento en el costo del proyecto, suma que la empresa le exigía al MOP que se le pagara. No sabemos si la controversia se solucionó y en qué términos.
Por otro lado, también sabemos que el MOP tiene otra contienda, por pesos más o pesos menos, ahora con la concesionaria del puente Industrial del Biobío, obra asignada en el año 2014 a la española OHL hoy llamada Aleatica Chile S.A., motivo que obligó al mandante a acudir ante el Panel Técnico de Concesiones. La diferencia de precios se debe a presuntos sobrecostos, lo mismo que sucedió con Hyundai.
Retomando el asunto del Caucau, nos llamó poderosamente la atención una noticia publicada en la página C-7 de la edición del pasado lunes 15 de junio de 2020 del diario El Mercurio, razón por la cual, cautelando el interés público, tenemos la obligación de objetar la reciente decisión adoptada por el MOP, acorde a lo que se lee en ese diario.
1) Debido a la complejidad técnica de las reparaciones del citado puente, lo cual conlleva un elevado costo al fisco, se ha pospuesto por ya varios años el inicio de los trabajos de reparación. Como es de público conocimiento, se contrató a una reconocida empresa internacional para realizar la asesoría de los cambios que deben ejecutarse en el diseño y reparación del puente, trabajos que se supone están en marcha.
2) En el intertanto y con el objetivo de darle funcionalidad transitoria al puente, el MOP contrató en el mes de Julio 2018 a la empresa TECNOGRUAS para operar con ciertos equipos (gatas hidráulicas tipo “Strand Jacks”) en forma “provisoria”, los brazos del puente por un período de 14 meses. De esta forma, dichos brazos se encuentran normalmente en forma horizontal para permitir el flujo normal de tráfico vehicular. Así, cuando se necesita dar paso a un barco por el río Cau Cau, se levantan los brazos gracias a los equipos hidráulicos “provisorios”, permitiendo que discurran las naves. Esta operación se habría efectuado 19 veces desde Julio 2018, o sea menos de 1 vez al mes en promedio, según se desprende de la nota de El Mercurio.
3) Siendo el contrato original con Tecnogrúas por un periodo de 14 meses, a partir de Julio 2018, éste habría vencido en agosto de 2019, por lo tanto, dicho contrato necesariamente se debió haber prorrogado en ese entonces, ya que aún a la fecha de hoy esa empresa se encuentra operando los brazos del puente.
4) Según se indica en el mismo artículo de El Mercurio, en días recientes se habría decidido otorgar una nueva prórroga por “al menos” 9 meses más (hasta marzo 2021), para que la misma empresa siga operando en forma “provisora” los brazos de puente, lo cual tiene un subido costo: UF 2.000 ($ 57.420.000), mensuales más IVA.
5) Llama poderosamente la atención, el hecho que se haya decidido prorrogar en varias oportunidades el contrato a la empresa Tecnogrúas, sin mediar un llamado o solicitud de cotización a otras empresas del rubro. Mas aún, pese a las sucesivas prórrogas del contrato original, se ha mantenido el mismo precio de arriendo mensual en circunstancias que toda lógica indica que dicho monto debería ser inferior, ya que la inversión original en los equipos provisorios debiese ya estar amortizada. Este columnista tiene la certeza de que otras empresas pueden realizar el mismo trabajo por un menor costo.
6) En esta época, en donde tanto se habla de probidad y transparencia, y de ataque frontal a la corrupción, consideramos de mal gusto prorrogar automáticamente y en forma sucesiva el plazo de los servicios que brinda esa empresa, sin mediar una sana competencia con otras.
Por lo anterior, sería más que necesario que el ministro Alfredo Moreno tome cartas en el asunto y si él llega a la conclusión de que en Chile no existen otras empresas capaces de realizar dicho trabajo, se confirme el contrato de operación provisoria de los brazos del puente Cau cau con Tecnogrúas, revisándose en todo caso el elevado pago de la suma mensual acordada.