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Política

Cierre de embajada en Argelia: serio error diplomático

Columna de opinión por Ariel Ulloa
Martes 7 de julio 2020 9:49 hrs.


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La Cancillería ha anunciado de manera intempestiva el cierre de varias embajadas , entre ellas la de Argelia país en que me correspondió , por decisión del Presidente Ricardo Lagos, reabrir la Embajada que había permanecido cerrada luego de que el Presidente argelino Houari Boumedienne decidió romper relaciones luego del golpe de estado en Chile.

Tal decisión resulta claramente inusitada y errónea. En primer lugar, porque se toma en momentos en que todos los estados, salvo los EEUU, buscan acercarse, colaborar y solidarizar para enfrentar la pandemia y luego, porque la Cancillería desconoce -quizá no les otorga valor – los lazos históricos que unen a los pueblos chileno y argelino desde los tiempos de su lucha anticolonial. De otra parte, el estallido social del 18 de Octubre y la pandemia desnudaron al país en la triste realidad de sus desigualdades, pobreza y marginación social perdiendo gran parte de la credibilidad y el prestigio bien “vendido” en el concierto internacional . Nuestra imagen como país se desplomó y recuperarla en el ámbito externo no se logra ciertamente cerrando embajadas sino abriendo otras y en especial en continentes como el Africa ,que con sus 55 naciones independientes, está presente en todos los foros y organismos internacionales. ¿ Ignora la Cancillería que Argelia es tenor más que importante en ese continente? ¿Ignora la Cancillería que Africa está siendo considerado en Europa como el continente del futuro? Pero en el caso de Argelia también están los lazos históricos. Durante la lucha liberadora de ese pueblo encabezada por el Frente de Liberación Nacional contra el colonialismo francés , contó con el apoyo de todas las fuerzas sindicales y el Partido Socialista con sus senadores Salvador Allende, Aniceto Rodríguez, Raul Ampuero y Tomás Chadwick y cientos de militantes que colaboraron en ella. La ola de solidaridad fue tan importante que fue Chile, encabezado por su Presidente don Jorge Alessandri Rodríguez, el primer país de América que reconoció al Gobierno de Argelia presidido por Ahmed Ben Bella nombrando Embajador residente a don Eugenio Velasco Letelier. Nuestra solidaridad jamás fue olvidada por los argelinos que la retribuyeron de manera generosa luego del golpe de estado cuando cientos de familias chilenas perseguidas por la dictadura encontramos generoso refugio en ese país. Pero no solo eso. Argelia puso todo el peso de su influencia en el sistema de Naciones Unidas y en los países No Alineados al servicio de la lucha contra la dictadura. Estas cosas no se pueden olvidar pero la Cancillería chilena si las olvida.

¿Cuál es el origen de tan lamentable error? Simple y complejo a la vez. La política exterior chilena se ha caracterizado en los últimos 30 o 40 años por un fuerte sesgo pro norteamericano y un cierto euro centrismo que nos ha hecho creer a los chilenos que somos socios plenos de la OCDE y que ya no formamos parte del concierto de países del sur subdesarrollado o en desarrollo. La columna vertebral de nuestra política exterior ha sido comercial y centrada en la búsqueda de mercados para nuestras materias primas y productos. Muy en sintonía con la ideología que orienta nuestro modelo de desarrollo ha entregado al mercado la asignación de recursos humanos y materiales a nuestro servicio exterior. Chile ha llegado a imaginarse al mundo como un gran mercado donde solo cuentan los países con suficiente poder de compra para nuestros productos. No, esto no es aceptable. Las relaciones exteriores de un país son políticas y no solo comerciales. Espero que la Cancillería corrija pronto este grave error y de marcha atrás en sus erradas decisiones respecto del cierre de embajadas.

* El autor fue embajador de Chile en Argelia durante el gobierno de Ricardo Lagos Escobar.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.