El rey emérito de España, Juan Carlos I, se encuentra sumergido en un túnel negro del que día a día sigue informando la prensa española. Seis años después de su abdicación tras sonados escándalos en 2014, el exmonarca español y padre del actual Felipe VI, está siendo investigado por las justicias de Suiza y España por presunta corrupción en la trama del dinero entregado por Arabia Saudí al antiguo jefe del Estado. En concreto, las investigaciones se centran en 100 millones de dólares que Juan Carlos, hoy de 82 años, habría recibido en una cuenta en Suiza en 2008.
El Tribunal Supremo español anunció el pasado mes de junio la apertura de una investigación para determinar su eventual responsabilidad de una causa iniciada en 2018, cuando en unas grabaciones atribuidas a su examante Corinna Larsen, ésta aseguraba que el rey emérito habría cobrado una comisión por la concesión del contrato del tren de alta velocidad en Arabia Saudita. Hasta el momento de su abdicación en 2014, Juan Carlos gozó de inviolabilidad como jefe de Estado.
Todas estas revelaciones sobre su fortuna opaca que se suceden semana a semana han dejado la imagen de Juan Carlos, otrora reconocido como figura clave en la Transición española a la democracia, muy deteriorada. En el centro del entramado están las relaciones de Juan Carlos I con las monarquías del Golfo. Ante las nuevas revelaciones aparecidas durante este año, su hijo y actual rey Felipe VI quiso marcar distancias con su predecesor y anunció en marzo que renunciaba a la herencia de su padre y le retiró su asignación anual de 200.000 euros. Estas medidas se consideraron un cortafuegos necesario para evitar el cotnagio a toda la institución monárquica, que ya arrastraba desde hace años otro caso sonado, el del cuñado de Felipe VI, Iñaki Urdangarín, en otro escándalo de corrupción que lo llevó a la cárcel.
Revelaciones “perturabadoras” según Pedro Sánchez
Luego de pasar de puntillas durante meses mientras se acumulaban las informaciones sobre la persona que ocupó el trono español durante 38 años, el gobierno de Pedro Sánchez cambió el tono esta semana y se refirió a ellas como “inquietantes”. “Estamos siendo testigos, el conjunto de la población española, de informaciones inquietantes que nos perturban a todos, a mí también”, dijo Sánchez el miércoles.
El presidente del gobierno español se pronunció luego de que varios medios publicaran elementos de la investigación de la fiscalía en Ginebra, como la declaración de un abogado suizo, Dante Canonica, quien dijo haberse encargado de “crear una estructura” para ocultar los fondos enviados a Juan Carlos.
Según otras informaciones, la alemana Corinna Larsen habría declarado a la fiscalía de Ginebra que Juan Carlos le transfirió unos 65 millones de euros “por gratitud y amor” y no para ocultarlos.