Desde que en octubre comenzara la revuelta social con miles de personas protestando en las calles de todo el país, uno de los asuntos que ocupó la discusión pública fue el actuar represivo de las Fuerzas Policiales. Hasta ahora hay un catastro oficial que señala que 460 personas presentaron lesiones oculares de distinta gravedad producto de perdigones disparados por Carabineros.
Es en ese marco que se conformó la Coordinadora de Víctimas de Trauma Ocular, cuyo fin es reunir a quienes fueron lesionados durante las protestas en orden a llevar adelante acciones judiciales y sociales para lograr esclarecer quiénes fueron los responsables directos de violaciones a los derechos humanos que terminaron en muchos casos en la ceguera de múltiples ciudadanos y cuyos emblemas están representados por las perdidas oculares del estudiante Gustavo Gatica y Fabiola Campillai.
En conversación con nuestro medio, la vocera de la organización, Marta Valdés, explicó cómo ha avanzado la investigación de los hechos y cuál ha sido el rol del Estado a la hora de solucionar los problemas urgentes de salud de las víctimas.
“No hemos tenido ninguna respuesta del Gobierno, ni de manera individual con alguna de las víctimas ni tampoco como Coordinadora y nos parece lamentable que no se hagan cargo del daño que ellos produjeron como Estado, fue el Estado el que violentó a las víctimas y pese a que hemos mandado cartas denunciando el abandono de salud que ha tenido el Gobierno, no hemos tenido respuesta”.
“En cuanto a la atención médica, por el tema de la pandemia se atendían solo urgencias. Después de la carta, aunque no hemos tenido respuesta, empezaron a llamar a nuestros compañeros a controles , pero no se respeta el protocolo: no hay alcohol gel en las entradas del centro asistencial, no hay se da el distanciamiento de unos con otros y eso es preocupante porque es necesario que se respeten esas reglas para atendernos. Además cuando atienden a las víctimas, les dan hora a todos al mismo tiempo y, naturalmente, no se atiende a todos simultáneamente, por lo tanto las esperas son de 3 a 4 horas”.
En diciembre de 2019, el entonces ministro de Salud, Jaime Mañalich, dio a conocer públicamente que el Gobierno había puesto en marcha el Programa Integral de Reparación Ocular (PIRO) para que las víctimas de las manifestaciones recibieran ayuda psicológica y psiquiátrica, además de la atención médica correspondiente a las lesiones. Sin embargo, muchas de las víctimas refieren que no han podido acceder a tal programa o que simplemente desconocen de la existencia del mismo.
Así lo explicó César Galloso, quien forma parte de la Coordinadora y fue herido en uno de sus ojos durante las protestas.
“El Estado nos abandonó, se habló de un programa creado por el ministro Mañalich, pero eso no ha funcionado, no hay acceso a la información. En mi caso el daño no fue tan grave, pero sí me afectó mucho y nunca he recibido ninguna ayuda pisocológica. Siento miedo de salir a la calle, de manifestarme, tengo temor. Esto me mató el fuego interno que tenía por la lucha social. Ahora busco organizarme de otra forma y seguir con la protesta porque el abandono que hemos tenido los casi 470 personas, incluyendo dos personas más que fueron heridas en las últimas manifestaciones, una en Renca y la otra en Tobalaba, vemos que esto se mantiene. La represión del Estado sigue, las policías no respetan los protocolos y se siguen viendo violaciones a los derechos humanos con impunidad, porque no sabemos de carabineros que hayan sido destituidos o que se los haya imputado por los daños oculares, sabiendo que ellos tienen cámaras. La información se ha ocultado”.
Desde la Coordinadora señalan que, si bien efectivamente se puso en marcha este programa, la capacidad profesional es absolutamente insuficiente para la cantidad de afectados.
“Este tipo de tratamientos debe ser continuo y ahora, con la pandemia, se vieron interrumpidos para los que alcanzaron a optar por el programa. Hay más de 465 personas con trauma ocular en Chile y se dispuso de una sola psicóloga y una sola terapeuta ocupacional para todos. Evidentemente esas profesionales no dan abasto por mucha voluntad y ganas de ayudar que tenga. Hay un abandono psicológico muy complejo y ahora, en este encierro absoluto, es mucho más complicado. Aquí, reitero, ha habido un abandono que no ha sido menor, es muy delicado lo que pasa. Hay compañeros que deben ponerse prótesis y no han podido hacerlo, otros que deben ser operados y tampoco han accedido a eso, porque no estuvo funcionando la Unidad de Trauma Ocular por la emergencia de la pandemia”, aseguró su vocera.
Carola Cubillos, abogada representante de la Coordinadora en las querellas presentadas para lograr el esclarecimiento de las responsabilidades, explicó a Radio Universidad de Chile que efectivamente el Gobierno simplemente dejó de lado a esta víctimas, justificando su inacción en la crisis sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus.
“El programa integral de trauma ocular no ha sido informado de manera directa a las víctimas, no conocen su contenido, no existe derivación de parte de los médicos oftalmólogos que los atienden. El programa integral cuenta con una psicóloga u una asistente social para 460 víctimas. A esto se suma que al programa solo se puede acceder en la UTO y ésta no se extendió a regiones. Ya en pandemia, se reagendaron algunas horas, pero otros implemente quedaron sin sus atenciones programadas”.
La eterna falta de recursos
La Coordinadora desde un inicio contó con el apoyo de la Comisión Chilena de DD.HH. que les entregó recursos económicos y profesionales para llevar adelante su misión, sin embargo, los gastos siempre son mucho mayores que los ingresos, así es que la Coordinadora comenzó a pedir aportes, los que se agotaban rápidamente.
“Nosotros íbamos a sacar la personalidad jurídica como Coordinadora y luego de decretadas las cuarentenas, no pudimos seguir adelante, así que la Comisión nos prestó su número de cuenta para recibir aportes y tramitarlos de forma transparante. Hemos recibido ayudas de particulares, pero con eso no nos alcanzamos a sostener porque muchas veces nos toca cubrir los gastos de los compañeros, especialmente los de regiones, en pasajes, estadías, alimentación. A eso hay que agregar que muchos están pasando situaciones económicas complejas y es muy difícil abarcar todo eso. Ya no tenemos fondos”, manifestó Marta Valdés.
Es en razón de esto que la organización decidió llevar adelante una campaña nacional de recolección de fondos en pos de las víctimas de trauma ocular. A partir del virenes 14 de agosto y a través de las redes sociales de la Coordinadora, se llevará acabo un evento con la participación de distintos artistas, entre los que destaca Jorge Coulon, Gianluca, Ana Tijoux, Cristóbal Briceño, The Travel Anthu, Tata Barahona y mucho más, quienes se presentarán vía streaming cantando sus canciones y además contestando algunas preguntas.
“Con este evento queremos visualizar el olvido del que hemos sido objeto y cómo con la pandemia se agravó todo este tema. Queremos dejar claro que lo único que buscamos es justicia, que estas cosas no vuelvan a ocurrir, porque no puede suceder que el Estado reprima a sus ciudadanos matándolos, quemándolos, dejándolos ciegos. Por eso nos organizamos, para visualizar el daño, la ausencia del Estado, la falta de justicia que es lo más importante y seguiremos organizados para generar presión y encontrar esa justicia”, aseguró César Galloso.
Durante el evento, quienes lo deseen podrán efectuar donaciones a la cuenta corriente dela Comisión Chilena de Derechos Humanos para apoyar a los afectados.
Uno de los artistas participantes, Camilo Ato, más conocido como Travel Anthu, y quien también sufrió lesiones oculares en el marco de las protestas del año pasado, explicó que para él lo que hay detrás de esta iniciativa es llegar a otros afectados que aún no forman parte de la Coordinadora y ofrecerles apoyo.
“No hemos podido contactar a todos las más de 460 víctimas y la parrilla de artistas que se presentará es bien diversa, porque la Coordinadora agrupa víctimas que van desde niños a gente de la tercera edad”.
Bajo el lema, “Queremos saber quiénes nos dispararon a la cara”, el evento busca reunir fondos para tratamientos, medicamentos y ayuda legal para las víctimas y podrá verse en Facebook, Instagram y Youtube en @victimastraumaocular, desde el 14 de agosto a las 21 horas y el aporte es voluntario.