El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, dio a conocer el viernes su intención de dimitir por problemas de salud, un anuncio que sacude la política del país, sin un sucesor claro para este dirigente en el cargo desde 2012.
“Por motivos de salud, no estoy en condiciones de hacer juicios apropiados” dijo en una conferencia de prensa. “Voy a continuar cumpliendo mis funciones hasta que un nuevo primer ministro sea nombrado”, agregó Abe.
Según la prensa local, se espera que su partido, el Liberal Democrático, una fuerza conservadora que gobierna Japón casi sin pausa desde hace 65 años, nombre a su sucesor la próxima semana.
Es la segunda vez que Abe dimite por razones de salud. Su primer gobierno de 2006 fue interrumpido por un caso grave de colitis ulcerosa, el mismo mal que al parecer le obliga ahora a dimitir.
Su gobierno no logró sus objetivos de recuperación económica y termina con niveles mínimos de popularidad, en parte por un número de escándalos financieros que implicaron a su esposa y a miembros de su partido y mala gestión de la actual pandemia.
El nuevo sucesor tendrá la tarea de hacer frente a la propagación del nuevo corona virus que pese a su bajo número de fallecimientos en Japón sigue creciendo a causa de medidas contradictorias como la promoción del turismo dentro del país.
El archipiélago nipón, relativamente menos afectado por el covid-19 que otras zonas en el mundo, contabilizó 65.600 contagios y unos 1.600 fallecidos desde el principio de la pandemia.
