Trabajadores de la cultura apenas fueron apoyados durante la crisis: sólo el 7% recibió el el bono COVID
Según los datos aportados por el Observatorio de Políticas Culturales, el 2 por ciento del sector fue beneficiado por la ley de protección del empleo. El sondeo también reveló que el 69 por ciento disminuyó sus ingresos y el 55 por ciento obtuvo 300 mil pesos o menos durante junio.
Diario Uchile
Jueves 24 de septiembre 2020 10:01 hrs.
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Uno de los sectores más impactados por la pandemia ha sido el cultural. Cines, teatros, librerías, ferias artesanales y centros culturales debieron cerrar dejando a muchos trabajadores afectados. Ante ello, el Observatorio de Políticas Culturales (OPC) decidió hacer un seguimiento de esta situación.
Su directora, Bárbara Negrón, se refirió a los resultados de esta primera parte del estudio que se extenderá hasta enero del próximo año: “Las cifras muestran que estos trabajadores han sido enormemente golpeados. La gran mayoría ha tenido que dejar de trabajar o ha disminuido su actividad de manera importante. Además sus ingresos han bajado, aún más. Hay que recordar que estos trabajadores ya se desempeñaban en condiciones de precariedad antes de la pandemia”, indicó.
En específico, según el estudio, el 69 por ciento disminuyó sus ingresos y el 55 por ciento obtuvo 300 mil pesos o menos durante junio (mes anterior a la medición). Respecto de las medidas implementadas por el Gobierno, se puede observar que estas no han alcanzado a estos trabajadores: solo el 2% fue beneficiado por la ley de protección del empleo, el 7 por ciento recibió el bono COVID y un 8 por ciento, el ingreso familiar de emergencia. La medida más extendida en este grupo fue la caja de alimentos (17 por ciento) y la devolución anticipada de impuestos (22 por ciento).
Respecto del plan de apoyo anunciado por el Ministerio de las Culturas, el 76% señaló no haber postulado a ninguno de los concursos que se encontraban abiertos al momento de la encuesta. También se indagó en el estado de salud de los encuestados. Sólo un 1 por ciento había sido contagiado por el COVID-19 y, en términos generales, la mayoría declaró no sentirse en buenas condiciones físicas.
Pese a esto y, a la gravedad de su situación económica y laboral, la mayoría se identificó con un estado mental de tranquilidad. Además, se observó una buena disposición a adecuar su labor a formato online: el 50 por cinto declaró estar adaptándose, pero que le parece que no es suficiente.
El sector de cultura de la Unesco Santiago está apoyando la difusión de los resultados del monitoreo del OPC con el objetivo de abrir una agenda pública en torno a los efectos socioeconómicos de la crisis sobre los agentes artísticos y culturales en Chile. La idea es orientar las políticas de gobierno hacia quienes están quedando atrás en tiempos de emergencia.
Esta semana se comenzará la aplicación de la segunda parte del estudio, que será aplicado a los mismos trabajadores para hacer efectivo el seguimiento.
Uno de los sectores más impactados por la pandemia ha sido el cultural. Cines, teatros, librerías, ferias artesanales y centros culturales debieron cerrar dejando a muchos trabajadores afectados. Ante ello, el Observatorio de Políticas Culturales (OPC) decidió hacer un seguimiento de esta situación.
Su directora, Bárbara Negrón, se refirió a los resultados de esta primera parte del estudio que se extenderá hasta enero del próximo año: “Las cifras muestran que estos trabajadores han sido enormemente golpeados. La gran mayoría ha tenido que dejar de trabajar o ha disminuido su actividad de manera importante. Además sus ingresos han bajado, aún más. Hay que recordar que estos trabajadores ya se desempeñaban en condiciones de precariedad antes de la pandemia”, indicó.
En específico, según el estudio, el 69 por ciento disminuyó sus ingresos y el 55 por ciento obtuvo 300 mil pesos o menos durante junio (mes anterior a la medición). Respecto de las medidas implementadas por el Gobierno, se puede observar que estas no han alcanzado a estos trabajadores: solo el 2% fue beneficiado por la ley de protección del empleo, el 7 por ciento recibió el bono COVID y un 8 por ciento, el ingreso familiar de emergencia. La medida más extendida en este grupo fue la caja de alimentos (17 por ciento) y la devolución anticipada de impuestos (22 por ciento).
Respecto del plan de apoyo anunciado por el Ministerio de las Culturas, el 76% señaló no haber postulado a ninguno de los concursos que se encontraban abiertos al momento de la encuesta. También se indagó en el estado de salud de los encuestados. Sólo un 1 por ciento había sido contagiado por el COVID-19 y, en términos generales, la mayoría declaró no sentirse en buenas condiciones físicas.
Pese a esto y, a la gravedad de su situación económica y laboral, la mayoría se identificó con un estado mental de tranquilidad. Además, se observó una buena disposición a adecuar su labor a formato online: el 50 por cinto declaró estar adaptándose, pero que le parece que no es suficiente.
El sector de cultura de la Unesco Santiago está apoyando la difusión de los resultados del monitoreo del OPC con el objetivo de abrir una agenda pública en torno a los efectos socioeconómicos de la crisis sobre los agentes artísticos y culturales en Chile. La idea es orientar las políticas de gobierno hacia quienes están quedando atrás en tiempos de emergencia.
Esta semana se comenzará la aplicación de la segunda parte del estudio, que será aplicado a los mismos trabajadores para hacer efectivo el seguimiento.
Uno de los sectores más impactados por la pandemia ha sido el cultural. Cines, teatros, librerías, ferias artesanales y centros culturales debieron cerrar dejando a muchos trabajadores afectados. Ante ello, el Observatorio de Políticas Culturales (OPC) decidió hacer un seguimiento de esta situación.
Su directora, Bárbara Negrón, se refirió a los resultados de esta primera parte del estudio que se extenderá hasta enero del próximo año: “Las cifras muestran que estos trabajadores han sido enormemente golpeados. La gran mayoría ha tenido que dejar de trabajar o ha disminuido su actividad de manera importante. Además sus ingresos han bajado, aún más. Hay que recordar que estos trabajadores ya se desempeñaban en condiciones de precariedad antes de la pandemia”, indicó.
En específico, según el estudio, el 69 por ciento disminuyó sus ingresos y el 55 por ciento obtuvo 300 mil pesos o menos durante junio (mes anterior a la medición). Respecto de las medidas implementadas por el Gobierno, se puede observar que estas no han alcanzado a estos trabajadores: solo el 2% fue beneficiado por la ley de protección del empleo, el 7 por ciento recibió el bono COVID y un 8 por ciento, el ingreso familiar de emergencia. La medida más extendida en este grupo fue la caja de alimentos (17 por ciento) y la devolución anticipada de impuestos (22 por ciento).
Respecto del plan de apoyo anunciado por el Ministerio de las Culturas, el 76% señaló no haber postulado a ninguno de los concursos que se encontraban abiertos al momento de la encuesta. También se indagó en el estado de salud de los encuestados. Sólo un 1 por ciento había sido contagiado por el COVID-19 y, en términos generales, la mayoría declaró no sentirse en buenas condiciones físicas.
Pese a esto y, a la gravedad de su situación económica y laboral, la mayoría se identificó con un estado mental de tranquilidad. Además, se observó una buena disposición a adecuar su labor a formato online: el 50 por cinto declaró estar adaptándose, pero que le parece que no es suficiente.
El sector de cultura de la Unesco Santiago está apoyando la difusión de los resultados del monitoreo del OPC con el objetivo de abrir una agenda pública en torno a los efectos socioeconómicos de la crisis sobre los agentes artísticos y culturales en Chile. La idea es orientar las políticas de gobierno hacia quienes están quedando atrás en tiempos de emergencia.
Esta semana se comenzará la aplicación de la segunda parte del estudio, que será aplicado a los mismos trabajadores para hacer efectivo el seguimiento.
