Son poco más de cuatro años los transcurridos desde que la ciudadanía saliera a las calles para exigir el fin de las AFP, sin embargo, y pese al tiempo y los gobiernos transcurridos, las Administradoras de Fondos de Pensiones siguen funcionando en condiciones parecidas a las de siempre.
Producto de las movilizaciones del 2016, la en esa entonces presidenta Michelle Bachelet, al año siguiente, anunció una reforma cuyo eje principal era el aumento a un cinco por ciento de las cotizaciones previsionales a cargo del empleador.
Luego, con la llegada del segundo gobierno de Sebastián Piñera, dicha reforma quedó sepultada para ser reemplazada por una más conservadora, con una cotización adicional de cuatro por ciento.
Sin embargo, llegó octubre del 2018 y, producto del estallido social, el proyecto quedó obsoleto, viéndose La Moneda en la situación de aumentar la oferta, fijando la cotización adicional en un seis por ciento, la cual se divide en tres: a cuentas individuales, seguros de longevidad y dependencia y, un último tercio, a reparto en orden a avanzar en la solidaridad del sistema.
Pero esta “cirugía mayor al sistema de pensiones”, como la nombrara el presidente Piñera, se encuentra estancada en el Senado, sin discusión desde marzo, a la espera de un acuerdo entre oficialismo y oposición para que pueda seguir avanzando. Sin embargo, el acuerdo no llega.
Para abordar el tema, Radio y Diario Universidad de Chile dialogó con el economista y ex integrante de la Comisión Bravo, Andras Uthoff, quien criticó el proyecto del Ejecutivo, aunque reconoció que, con indicaciones que apunten al ahorro en el fondo colectivo, la iniciativa puede mejorar.
“Tal como lo presentó el Gobierno no, pero la oposición le ha hecho indicaciones que no han sido respondidas, entonces estamos en ese proceso. Si el seis por ciento va a un fondo colectivo solidario, es un buen avance”.
Reformas más reformas menos, Uthoff reconoció lo difícil que es en el país cambiar el sistema de pensiones, mismo que fue creado en dictadura y que quitó el rol del Estado en la seguridad social. Para el especialista, es precisamente este punto el que debe instalarse en la discusión de la nueva Constitución: una mayor intervención del Estado.
“El sistema fue creado bajo la ideología neoliberal del Gobierno de Pinochet y no se ha podido cambiar, excepto el gaño 2008 con la reforma del primer gobierno de Bachelet, donde se entabló el Pilar Solidario, donde el Estado tuvo que intervenir para darle mayor cobertura a la gente que no tenía capacidad de ahorro. Ahí recién hubo una intervención mayor, pero claro que esto es un tema que aun está pendiente, y yo creo que será cambiado en la normativa, en la Constitución y, posiblemente, en propuestas de reformas, si es que no se avanza ahora en reformas sensatas”.
De todas formas, el economista advirtió que el sistema de pensiones no se cambia mediante la Constitución, pero sí puede ser el precedente para garantizar el derecho a la seguridad social, lo que da pie a cambiar y/o modificar el sistema actual.
“Una constitución no acaba con un sistema de pensiones, pero si puede reestablecer los derechos de los ciudadanos a la seguridad social”, afirmó.
De todas maneras son varias las iniciativas que se barajan para cambiar el actual sistema, una de ellas, mencionó Andras Uthoff, es la que maneja el movimiento No más AFP, que propone un nuevo sistema de reparto, solidario y con financiamiento tripartito de trabajadores, empresas y Estado, basado en los principios de la Seguridad Social.
Para el experto, una propuesta que plantee un financiamiento tripartito -como es el caso el movimiento No más AFP- es lo más sensato, pues cargar solamente en los trabajadores el futuro de sus pensiones no garantizará que estas lleguen a cifras dignas.
“Tiene muchos problemas, no solamente tiene uno, pero básicamente es que a través de contratos individuales y del esfuerzo individual no se van a poder financiar pensiones dignas. No olvidemos que hay una situación de mercado laboral que es muy precaria y hay riquezas en otras instancias de la economía, entonces pasa por ver cómo uno puede cumplir con el marco normativo que va a establecer la Constitución y poder superar las limitaciones que tienen los trabajadores en sus presupuestos individuales a través de aportes de los empleadores y del Gobierno”.
“El aporte de los empleadores y del Estado siempre será importante. Los sistemas de pensiones siempre se han financiado en forma tripartita”, finalizó el doctor en Economía.