Tras los resultados de la primera vuelta de las elecciones en Ecuador, que tardaron en conocerse y dieron el segundo lugar al candidato de derecha Guillermo Lasso, dejando al candidato indígena Yaku Pérez fuera de la carrera, hay un ambiente de desconfianza en el país.

“Todavía hay un espacio de incertidumbre política e institucional con un órgano electoral bastante cuestionado, que genera poca confianza política y con muchos problemas técnicos. El órgano electoral proclamó resultados al límite de su plazo en medio de esa presión de Contraloría y Fiscalía, que son órganos que han estado muy activos contra el correísmo. Entonces esto también levanta sospechas en estos días”, comenta Franklyn Ramírez, investigador del Departamento de Estudios Políticos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).

Una vez notificados los resultados se abre un periodo en el que los candidatos puedan cuestionar el resultado. Yaku Pérez pidió un recuento de votos en 17 de las 24 provincias del país, denunciando un fraude. Tanto la Fiscalía como la Contraloría han pedido al Consejo Nacional Electoral una revisión al sistema informático antes de la segunda vuelta electoral.

Según el investigador Ramírez, hay que observar dos planos: “El primer plano es que todavía sigue vigente la divisoria entre correísmo y anticorreísmo. Lasso logra capitalizar todo aquello y hacer de ese clivaje el eje central de la campaña de cara a la segunda vuelta, puede crecer y aglutinar incluso los votos de una buena parte del movimiento indígena, que también ha sido abiertamente crítico con el correísmo”.

“Sin embargo”, prosigue, “también hay un clivaje entre neoliberalismo y antineoliberalismo, que en medio de la pandemia y de la continuidad de las medidas de ajuste y de austeridad, tiene mucha relevancia de cara a la segunda vuelta. Arauz y el conjunto de esfuerzos sociales que lo acompañan logran hacer de ese clivaje contra el neoliberalismo el eje central de la campaña. También tienen opciones de crecer junto con el voto no sólo de Pérez del movimiento indígena, sino también de Hervas, el candidato que presentó la izquierda democrática”.

El calendario para la segunda vuelta podría ser trastocado. “No permitiremos que nada ni ninguna otra función que quiera entrometerse en el proceso interrumpa la dinámica electoral. Tiene que realizarse la segunda vuelta el 11 de abril”, advirtió Arauz a periodistas.