A $ 1.168 pesos el litro llegó el precio de la bencina de 97 octanos en la comuna de Cabo de Hornos en la región de Magallanes. Si bien se trata de una de las zonas más australes del mundo, el valor es reflejo de las sucesivas alzas de los combustibles en las últimas 27 semanas.
El incremento permanente llevó a que algunos parlamentarios anunciaran proyectos para fijar los precios y disminuir el impuesto específico que es el 40 por ciento del costo del producto. Sin embargo, la idea se complica cuando el país atraviesa por un momento complejo debido a la pandemia del Covid 19 y el Estado necesita mayor recaudación de recursos para enfrentar la emergencia.
Desde el gremio de las pequeñas y medianas empresas, también se han sumado a la idea de detener el cobro del impuesto específico de los combustibles, además de rebajar el IVA, como señaló el presidente de la Conapyme, Héctor Sandoval, quien sostiene que “no se puede continuar lucrando con las necesidades de los chilenos”.
“Las malas noticias no se detienen, hemos planteado al gobierno desde hace mucho tiempo la complejidad que están viviendo las Pymes, y dentro de estas, el área del transporte que hoy más encima se ve enfrentada a un alza sostenida en el precio de los combustibles durante casi siete meses”, indicó Sandoval.
El dirigente propuso “una disminución transitoria, el no cobro del impuesto específico y la rebaja del IVA” que a su juicio “además de transformarse en un alivio para las familias, sería un tremendo beneficio para las pymes y un impulso para la actividad económica, en la compleja crisis que atraviesa el país por efectos de la pandemia”.
Sandoval estimó que “por cada litro de combustible que se consumen, se pagan $312 de impuesto específico, más $100 de IVA, lo que hace un total de $412. Casi el 50 por ciento de lo que pagamos en las bombas bencineras es impuesto. Si esto lo extrapolamos a lo que paga solo el impuesto cada taxi o cada colectivo, llegamos a una cifra diaria de $9.300 y $243 mil pesos mensuales”.
“Cuando nos dicen que nos van a dar una ayuda para enfrentar la crisis, al final ya tenemos pagados con creces todo lo que nos han entregado como ayudas. En un año de crisis cada taxista le aporta al estado solo por concepto de impuestos 2 millones 900 mil pesos y solo nos dieron un bono de 500 mil pesos”, aseveró.
“Le pedimos al gobierno que le ponga un alto a esta situación que ya se torna muy compleja e insostenible, no solo para los taxis y colectivos, sino que también para la pequeña industria, las panaderías, el pequeño comercio, el transporte escolar, etcétera. Todo el mundo hace millonarios aportes y estos 3 mil millones de dólares que ingresan anualmente por concepto de impuesto específico, no se ha detenido, pero sí se han detenido las ayudas”, puntualizó.