Reforma al Código llega a la Sala del Senado después de diez años y la próxima semana continúa su discusión

Si bien durante esta jornada se debía votar en general, el tiempo no alcanzó para que todos los senadores argumentaran su voto y, por ende, la discusión continuará el próximo martes.

Si bien durante esta jornada se debía votar en general, el tiempo no alcanzó para que todos los senadores argumentaran su voto y, por ende, la discusión continuará el próximo martes.

Este miércoles, la Sala del Senado discutió, luego de más de diez años de que ingresara al Parlamento, el proyecto que modifica el Código de Aguas, iniciativa que se encuentra en segundo trámite constitucional y que se espera sea aprobado el tercer trimestre de este año.

Si bien durante esta jornada se debía votar en general, el tiempo no alcanzó para que todos los senadores argumentaran su voto y, por ende, la discusión continuará el próximo martes.

La reforma ha llegado hasta este punto luego de una década de discusión, donde ya ha pasado por las comisiones de Recursos Hídricos, Agricultura y Hacienda de la Cámara de Diputados, donde fue aprobada en noviembre de 2016. Luego, la iniciativa llegó al Senado y fue discutida por las comisiones de Recursos Hídricos, Agricultura y Constitución.

En la sala del Senado se hizo presente el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, quien, a nombre del Gobierno, instó a aprobar la reforma porque, entre otras cosas, refuerza el marco jurídico de bien nacional de uso público del agua.

“Este proyecto de ley refuerza la protección y la seguridad para el consumo humano, a lo que se agrega -cosa que no tiene el Código de Aguas actual- la necesidad de saneamiento y de subsistencia, agrega también la prioridad para resguardar los ecosistemas y luego la seguridad que requieren los distintos usos productivos. De la misma forma refuerza la naturaleza jurídica de bien nacional de uso público del agua. Por otra parte, el proyecto mejora las facultades fiscalizadoras y reguladoras de la Dirección General de Aguas, asegura que esta identidad cuente con la información sobre los derechos del agua y sus propietarios adecuadamente inscritos y registrados, y todo esto basado en un marco de seguridad jurídica”.

Por su parte, la senadora socialista, Isabel Allende, adelantó su voto a favor indicando que esta reforma es un notable avance camino a recuperar el acceso al agua como un derecho humano, misión que, según sostuvo, tendrá la Convención Constitucional.

“Claramente tenemos que recuperar el agua para Chile, tal como lo expresaban, durante el estallido, esos miles de ciudadanos que circulaban por las calles exigiéndolo. Es tarea de la nueva Constitución también el consagrar el agua como un derecho humano esencial y que el Estado debe garantizarlo, Considero que con este proyecto hay un claro avance, son muy importantes los elementos que aquí se han logrado establecer, y por eso voto a favor”.

A grandes rasgos, la reforma pretende dar estabilidad al abastecimiento de agua potable y prioridad al consumo humano, a su saneamiento, a la seguridad alimentaria y al desarrollo productivo local. Además establece el derecho esencial al agua catalogándola de bien nacional de uso público.

También pretende establecer que el agua es propiedad de todos los chilenos y chilenas, así como darle más atribuciones a la Dirección General del Agua para fiscalizar y regular.

Punto importante también es que las nuevas concesiones serán temporales, con causales de caducidad y extinción.

Se espera que el proyecto pase la valla del Senado sin mayores problemas, ya que su apoyo, por el momento, es transversal.





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