Jorge Baradit prefiere evitar el nombre de su par en la Convención Constituyente Teresa Marinovic. “No la voy a nombrar”, señala en la entrevista con la conductora del programa Semáforo de Radio Universidad de Chile, Antonella Estévez, cuando repasa la actuación de la representante de derecha durante esta semana al sostener en redes sociales que la machi Francisca Linconao “no pierde oportunidad para hacer show” por hablar en su lengua materna, el mapudungun.
Para Baradit estas situaciones pretenden opacar el trabajo de la entidad encargada de redactar la próxima Constitución Política y están amparadas por los medios que se centran en esos hechos que son anecdóticos y no ponen el foco en el desarrollo de las funciones que han realizado durante estas semanas de sesión.
“Ese altercado duró 10 minutos y nosotros sesionamos cinco horas 20. Y después fuimos al Palacio Pereira o a nuestros lugares de trabajo, entonces yo creo que estuvimos a lo menos unas diez horas ese día dándole. Sin embargo para la televisión lo que ocurrió en la Convención fueron esos diez minutos. Y al día siguiente lo que ocurrió en la Convención es que llegaron con las Negritas. Y al día siguiente, lo que pasó fue que Tere Marinovic le dijo que estaba armando una tiranía a la doctora Elisa Loncon. Y es bien terrible, porque es lo que Mirko Macari llama la telepolítica. Porque en el fondo nosotros podemos estar trabajando diez horas diarias, pero dos segundos bastarían para destruirlo si hay concomitancia de los medios”, precisa el autor de Historia Secreta de Chile.
A eso agrega publicaciones que a su juicio son directamente preocupantes porque incitan el odio en la opinión pública.
“Hoy día veíamos en la mañana en el diario La Tercera que trae al menos cinco noticias de odio en torno a la convencional. Y en ninguna se hace énfasis, se destaca o siquiera se menciona el trabajo que hemos estado llevando todos estos días. Todos saben de las Negritas, todo el mundo sabe de las banderas chilenas que pusieron, todos saben toda la chimuchina penca y rasca que han estado instalando, pero nadie sabe el trabajo tremendo que se está haciendo en la convención. Pero también quiero decir que nosotros no hemos decaído, nada. Porque nosotros no vinimos a un concurso de popularidad, sino que vinimos a sacarnos la cresta para que junto al pueblo de Chile tengamos una nueva constitución”, puntualizó.
Baradit aprovecha de repasar otro punto que surgió desde las publicaciones en redes sociales y que es lo que entre los convencionales de derecha califican como la ineficiencia del organismo para avanzar en los temas.
En ese sentido, el escritor recordó lo publicado por el convencional Bernardo Fontaine, quien manifestó su pesar por lo que considera la lentitud para llegar a acuerdos y tomar decisiones en la entidad.
Sesión 8 y 9 de la Convención. Lindos discursos, comisiones enredadas en burocracias iniciales. Pasar de la eficacia privada a la que estoy acostumbrado al pantanoso avanzar político es todo un tema
— Bernardo Fontaine (@berfontaine) July 20, 2021
“A él le gustaría mandar. La democracia es más difícil señor Fontaine. Él está a un paso de decir ‘por qué no nombramos a un rey, a un gerente, un directorio y un gerente pa’ que empiece a mandar a todos los rotos pa’ que se pongan a escribir’. La democracia cuesta más, la democracia se requiere de un esfuerzo mayor y también requiere ponerse de acuerdo. Por eso esto se llama democracia y no se llama dictadura, no se llama tiranía. Por es que a ese tipo de personas le suena bien el autoritarismo, porque quieren mandar para que la cuestión se haga rápido”, estimó Baradit.
El representante del distrito 10 sostiene además que “el punto acá no es la rapidez, es justamente que esta constitución nos represente a todos y todas. Por eso es que el esfuerzo es ponerse de acuerdo, trabajar juntos, disentir, volver al inicio. Eso no es ineficiencia. Tenemos que sacarnos de la cabeza eso. Si una propuesta vuelve a ser discutida, vuelve a ser rechazada, va a una comisión, regresa y se da vuelta, ese es el costo que tiene que nos represente a todos”.
Reedición de Policía del Karma: “La literatura de ciencia ficción es la más realista que hay”.
En la entrevista con Antonella Estévez en Semáforo, Baradit se refirió también a la reedición de su libro Policía del Karma, texto que originalmente fue publicado en 2011.
Sobre la obra, el escritor señala que “esa novela es la idea -como dicen los entendidos- la late capital, el capitalismo tardío que es todo este derrumbe, el detritus y la escoria de un capitalismo que ya se derrumba solo, que tiene rincones húmedos, oscuros. A mí me gusta pensarlo como los últimos años del experimento soviético, esas ciudades oscuras, llenas de carencias, húmedas, con moho, con problemas. La única diferencia es que mientras en la Unión Soviética las elites políticas eran las que vivían en un mundo de privilegio, acá son las elites empresariales. Pero es básicamente lo mismo, un modelo que no responde a las necesidades de todo el mundo va distanciando a un grupo importante de gente de los privilegios y se va convirtiendo en un gueto el buen vivir y el resto del planeta se va hundiendo”.
Sobre el género estima que “siempre la ciencia ficción es una exacerbación de los temas contemporáneos. Uno podría decir que la literatura de ciencia ficción es la forma de literatura más realista que hay”.
“Algo que viene pasando hace varias décadas en la ciencia ficción -y esto claramente es ciencia ficción- es que a los escritores les ha costado un mundo salir de las distopias, es decir, de las visiones pesimistas del futuro. Si uno ve las películas de ciencia ficción, prácticamente no hay otra visión del futuro que no sea caótica, discriminada, con problemas graves sociales, con decaimiento de la desigualdad, sucia, húmeda. Y eso es porque el sistema está en profunda tensión. Yo miro “Policía del karma” y hay una elite política y una elite empresarial que oprime de maneras atroces a la gente y la gente explota en formas muy bizarras, extravagantes de liberación de libido: asesinos en serie espantosos, formas de la represión estatal que incluso llegan a los sueños e incluso más allá, llegan al karma”, agrega Baradit sobre su trabajo reeditado y que tiene ilustraciones de Martín Cáceres.