Este 29 de julio el planeta terminó de consumir todos los recursos disponibles para los 7 mil 800 millones de seres humanos. Si bien el consumo es desigual entre las naciones y poblaciones más ricas versus las más pobres del mundo, lo cierto es que genera una deuda difícil de poner al día al ritmo y la demanda del sistema económico a nivel global.
Ese es uno de los principales factores según comentó la directora de la Fundación Terram, Flavia Liberona, en conversación con los periodistas Juanita Rojas y Claudio Medrano en la primera edición de Radioanálisis.
Liberona recordó que en un informe especial de 2019 del Panel Intergubernamental de Cambio Climático -organismo científico asociado a la Convención de la ONU sobre cambio climático-, se señalaba que “a nivel global que tenemos que cambiar la forma de producir y consumir alimentos y volver mucho más a las economías locales, mucho más a la producción a pequeña escala”.
La especialista subrayó que “las grandes producciones en general son para exportación y por lo tanto implican transporte, implican agroquímicos, implican desforestación, un montó de cosas que deberíamos estar evitando y que cada país o cada región, por ejemplo el Cono Sur, tienda a tener mercados más locales y no estos grandes mercados justamente porque esto es lo que está provocando este sobregiro ecológico, pero también mayor cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero y también mayor pérdida de biodiversidad”.
Respecto del sobregiro ambiental que se cumplió este 29 de julio, Liberona indicó que “tenemos un acumulado como planeta de que cada año nos hemos ido comiendo más recursos de los que somos capaces de generar. Es obvio que tenemos una deuda”.
A ello se agrega la sobreexplotación de los recursos y la mayor producción de gases de efecto invernadero, elementos que aseguró tienen directa relación con los incendios e inundaciones en lugares como Europa y naciones asiáticas.
“Hay una directa relación entre lo que nosotros como personas consumimos y los efectos devastadores que están ocurriendo en el planeta en relación a fenómenos naturales”, agrega la directora de Terram.
Liberona puntualizó que en el caso de Chile estamos aún peor ya que el sobregiro ambiental se alcanzó el 17 de mayo, es decir hace más de dos meses.
“Chile es uno de los países que entra en sobregiro ecológico antes, es el primero en Latinoamérica y eso es extremadamente preocupante porque eso quiere decir que estamos consumiendo mucho más de lo que somos capaces de producir en nuestro país. 17 de mayo es una fecha que demuestra que lo que producimos ni siquiera nos alcanza para un semestre del año. Eso creo que es algo que hay que mirar con mucha atención y sobre lo cual las autoridades deberían hacerse cargo de ver como el país empieza a consumir menos y a producir más, sobre todo para el consumo interno”, señaló.
Para la directiva existe una explicación vinculada a la decisión política adoptada en el país de mantenerse como una economía exportadora de ciertas materias primas y agrícolas sin preocuparse de la producción para satisfacer las necesidades de la población.
“El ser un país primario-exportador nos sitúa en este lugar. Nosotros producimos cobre y lo exportamos, pero estamos dañando nuestro territorio. Producimos vino, palta y otras frutas y exportamos. Producimos salmones y exportamos. Cuando uno mira cifras de la producción agrícola en Chile para consumo básico, es impactante cómo hemos retrocedido. Chile no es capaz de autoabastecerse de lentejas, de porotos, garbanzos, todo lo estamos importando. Eso se debe a que muchas de las tierras cultivables para legumbres se han transformado para cultivos de frutales de exportación, palta y uva”, sostuvo Liberona.