Este martes funcionarios de Carabineros dieron muerte a un ciudadano haitiano en la comuna de La Ligua. La institución arguyó que el sujeto se habría abalanzado sobre los uniformados con el objetivo de agredirlos con un machete, motivo por lo cual se vieron en la necesidad de desenfundar y utilizar el arma de servicio. El hombre identificado como Louis Alix Gentil de 42 años murió al recibir un impacto de bala en el pecho.
El episodio ocurrió en el sector el Peumo donde previamente Louis Alix se dirigió a un almacén a comprar una bebida. De ahí se habría ido ofuscado al no encontrar el producto de su preferencia y luego retornado con el arma blanca en sus manos, relató la policía.
“Carabineros acudió la llamado de auxilio de vecinos quienes solicitaron la presencia de éstos por un sujeto que estaba amenazando a las personas y además fue visto con un machete grande de punción en una de sus manos”, afirmó el general Edgard Jofré, jefe de la V zona de Carabineros.
El argumento de los funcionarios es que el ataque se habría perpetrado ante el inminente peligro al que se vieron sometidos, lo que fue inmediatamente objetado por la comunidad haitiana del sector en cuanto la policía no se ciñó a los protocolos que por ley corresponden a situaciones de ese orden. Por este motivo realizaron manifestaciones la noche de este martes prendiendo velas por su connacional abatido y hoy, una marcha de protesta fuera del Juzgado de Garantía de la Ligua y de la primera Comisaría.
“Jistis pou Alix” vociferaron como consigna los y las ciudadanas haitianas movilizándose por la comuna. La Coordinadora Nacional de Inmigrantes en tanto aseveró que este “no es un incidente confuso, es violencia contra los cuerpos negros” en la medida que no había ningún indicio de que había una amenaza inminente contra la vida del funcionario policial, indicó Djimmy Delice, presidenta de la organización.
La situación ha sido considerada como un nuevo y rotundo fracaso de Carabineros de Chile en materia de derechos de los y las migrantes en la medida que los funcionarios reinciden en el uso desproporcionado de la fuerza frente a esta población y lejos de interrumpir una agresión “potencialmente letal”, apunta su arma de fuego directo al pecho de Louis Alix.
“Es una discriminación organizada que viene del Estado“. Así lo aquilató Jean Claude Pierre, uno de los portavoces de la comunidad haitiana en Chile quien cuenta que también ha sido víctima de la agresión policial en el pasado, sin ningún motivo y ningún tipo de sanción.
“Eso demuestra el nivel de deshumanización que tiene el Estado frente a algunas poblaciones, principalmente los afrodescendientes que viven acá y eso no es menor, porque son aparatos del Estado (…) Lamentablemente el muchacho falleció. Si bien posteriormente a esa situación supimos que tenía antecedentes clínicos, no se evidenció en el momento del procedimiento policial porque lamentablemente como no es blanco su color de piel, le condenó a la muerte”, lamentó.
Louis Alix estuvo internado en un hospital psiquiátrico de Putaendo entre junio y julio de este año, siendo diagnosticado a su ingreso de esquizofrenia paranoide. En menos de un mes fue dado de alta al evidenciarse una evolución y normalización de sus conductas. El diagnóstico de egreso determinó un trastorno de adaptación y un trastorno de personalidad por descontrol de impulsos, motivo por el que se le recetaron fármacos ansiolíticos y antipsicóticos.
Oscar Belmar, concejal de la Municipalidad de la Ligua dio cuenta de la patología mental por la que atravesaba el resiente haitiano, explicando que sufría compensaciones y generaba conflictos entre la comunidad hace bastante tiempo.
“El apodo que él tenía era el haitiano loco porque él mismo decía que le dijeran así. Ya había amenazado a mucha gente, él pasaba mucho tiempo en la Comisaría porque era la única forma de tenerlo a resguardo, entonces pasa esta situación la cual lamentablemente, y ahí habrá que ver la investigación que se haga a Carabineros, se le disparó y no fue primero a los pies sino que fue directamente al cuerpo”, señaló.
Las paupérrimas condiciones de salud por las que atraviesan los y las ciudadanas migrantes en el país es de conocimiento público y aún así es complejo dimensionar las afecciones en materia de salud mental que mantiene esta población.
En ese sentido, el diputado de Convergencia Social, Diego Ibáñez, quien envió un oficio de fiscalización a Carabineros solicitando un fiscal especial para que investigue este caso, apuntó la responsabilidad también a la falta de servicios de contención en el sistema de salud chileno.
“Este es un fracaso del sistema de salud mental en Chile que arrastra a los más vulnerables a una vida de violencia, un fracaso de Carabineros de Chile que es incapaz de controlar la situaciones cumpliendo estrictamente con los protocolos que existen para resguardar los derechos humanos particularmente de la población que padece problemas de salud mental. Era facultad también del servicio de salud el poder disponer de hospitalizaciones, de programas, de acogimiento a la población migrante que padece problemas de salud mental y en definitiva un fracaso del sistema de salud público chileno”, criticó.
Para Jean Claude el problema de salud mental en la población haitiana es complejo de interpretar en cuanto no sólo se debe considerar desde la psicología occidental, sino desde la antropología psiquiátrica para entender cómo es la cosmovisión de salud mental de esta población. Asimismo consideró apremiante avanzar en humanizar las perspectivas de la salud mental y de las realidades hostiles por las que atraviesan los y las haitianas.
“Ahí hay una deficiencia en salud mental, deficiencia en cuanto a la norma de la regularización de la situación de los migrantes. Si bien la expresidenta Michelle Bachelet reconoció que cualquier persona en situación de dificultad puede acceder a la salud, muchas veces no todos los migrantes tienen acceso a esa oportunidad y el acompañamiento que debe tener, porque una persona enferma en una comunidad es un problema para esa comunidad (…) Esto puede pasar a muchos otros haitianos que estamos en un momento de pandemia, que todos sabemos el costo mental que va a tener y si los servicios no agilizan como se agilizan por el tema del Covid, lamentablemente vamos a tener muchos más Alix como el que falleció ayer“, señaló.
Racismo institucional
Para el integrante de la Catedra de Racismos y Migraciones Contemporáneas de la Universidad de Chile, Eduardo Cardoza, la muerte del residente haitiano es producto de un discurso racista que se ha prologando desde el 2018 hasta la fecha, extendiéndose en la población y significando hechos de condenable violencia. “Los discursos racistas generan este nivel de desintegración social donde la deshumanización de las personas hace que se les mate“.
“En el tema migratorio se necesita mucho más formación porque no es concebible, no es admisible lo que vimos en algunos videos donde vimos que esta persona, independientemente de su condición de salud o no, independientemente de todo, esta persona estaba con una botella y no estaba con ningún arma, con ningún machete y no es una amenaza para nadie entonces lo que opera es otra cosa y es el racismo imbuido en la sociedad y además un cierto descontrol por parte de la autoridad que tiene la fuerza y las armas”, explicó.
Al respecto el también vocero del Movimiento Acción Migrante aseveró que el gobierno de Sebastián Piñera promueve este racismo y lo justifica por medio de la política de “ordenar la casa” al señalar que hay muchos migrantes en el país por lo que deben ser expulsados.
“La nueva ley migratoria es muy declarativa inicialmente pero en su articulado es una ley que es racista y que va a constituir, si no se modifica, una irregularidad sistémica que no favorece a la sociedad, no favorece a la migración y sí favorece a un empresariado irresponsable que va a aprovecharse de esa irregularidad para pagar malos sueldos, para no respetar derechos y para tener a las personas en una condición de segunda categoría“, aseguró.
En ese sentido señaló que la ley migratoria de esta administración es disfuncional producto de que existe una voluntad de no funcionar. “Ha crecido como nunca el desorden que hay, el concepto racista de ‘ordenar la casa’ y entender que el desorden de la casa lo provocan los migrantes tampoco se cumplió porque la casa hoy está mucho, varias veces más desordenada de lo que estaba antes”.
La muerte de Louis Alix se suma a la genealogía del fracaso institucional chileno que por medio de la actividad o la omisión ha cobrado la vida de ciudadanos migrantes en el país, ejemplo ilustre de aquello fue la muerte de Joan Florvil. Asimismo el Gobierno, a pocos días de sucedido el terremoto de magnitud 7,2 no ha sido capaz de responder a las demandas de los residentes haitianos en Chile que han pedido que se desburocratice el trámite de regularización de los visado a modo que puedan seguir aportando con recursos a sus familias en crisis con el trabajo que desempeñan aquí y también para tener la posibilidad de reunificar a sus familias.
“Como dice la Constitución la familia es el núcleo principal de la sociedad entonces debemos respetar ese principio pero lamentablemente no es lo que hacen los políticos porque al final el cuoteo político que hay detrás de eso pesa mucho más frente a la humanización“, lamentó Jean Claude.