En un comunicado emitido a la prensa, el servicio de prisiones de Israel indicó que la alerta se activó a las 3 de la madrugada (hora local) después de recibir informaciones acerca de “siluetas sospechosas” que se movían subrepticia y sigilosamente alrededor de la prisión. Los seis prisioneros palestinos compartían la misma celda y entre ellos figuraría el comandante del brazo armado de Al Fatá, Zakaria Zubeidi, un conocido exlíder del grupo armado de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, además de otros cinco miembros de la Yihad Islámica.
Los prisioneros, considerados “terroristas” por Israel, habían escondido detrás de un poster una cuchara sopera y, según se ha podido establecer, con ella excavaron el túnel que les llevó fuera de la prisión, según publica ‘The Jerusalem Post’.
Pero sin duda, el bien planificado escape tuvo una ventana de tiempo de aproximadamente una hora y media antes de que los cancerberos se percataran de esas siluetas en movimiento. Ello, porque los reclusos escaparon en torno a las 01.30 a.m.(hora local) y, según el Shin Bet, el ultra poderoso servicio de inteligencia interna israelí, contaban con ayuda afuera, lo que se habría coordinado mediante un teléfono móvil oculto y no detectado. Sin embargo, cuando los evadidos habían logrado llegar a una gasolinera cercana a la cárcel, un conductor se percató de su presencia y llamó a la policía para denunciarlos, informa el diario ‘Haaretz’.
Ante ello, el Servicio de Prisiones decidió inspeccionar y controlar el número de reclusos, mientras las sospechas iban creciendo a medida que iba pasando el tiempo. Cuando por fin se terminó el conteo faltaban seis presos y se había descubierto el boquete dejado bajo el lavadero. No quedó más que reconocer, confirmar y notificar -a eso de las 03.30 de la madrugada- la huida de los seis palestinos que habían logrado evadir la férrea vigilancia.
Las autoridades israelíes han activado todas las alertas, en previsión de que hayan podido irse a otras zonas Cisjordania o incluso a Jordania, se han instalado puestos de control en torno a la zona de Gilboa, con perros rastreadores. Por otra parte, en Cisjordania habrían comenzado a convocar protestas, lo que Israel estima es un distractivo para las fuerzas de seguridad en la búsqueda.
Por otra parte, los servicios penitenciarios indicaron que estaban reubicando a los 400 presos de Gilboa detenidos por “delitos contra la seguridad”, ante la posibilidad de que se hayan excavado más túneles en esa prisión. En tanto, el ejército puso a disposición de la policía medios de observación aérea y preparó sus tropas por si se requiriera su intervención en Cisjordania, un territorio palestino ocupado por Israel.
La fuga se produjo horas antes de las celebraciones del año nuevo judío y recuerda a algunas películas del género, por ejemplo El Gran Escape (1963), protagonizada por Steve McQueen, James Garner y Charles Bronson, o el film Sueño de libertad (1994), estelarizada por Tim Robbins y Morgan Freeman. Pero sin duda la más masiva de todas estas fugas desde prisiones a través de túneles (al estilo del Conde de Montecristo), es la que protagonizaron en Chile 49 combatientes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez desde la Cárcel Pública de Santiago, cuando escaparon en enero de 1990 de las garras de la dictadura cívico-militar a través de un túnel cavado durante años. Un hecho histórico que quedó plasmada en la película nacional Pacto de Fuga, (2020) protagonizada por Benjamín Vicuña, Roberto Farías y Amparo Noguera, entre otros.
La evasión de hoy de los combatientes palestinos se produce después de diversos enfrentamientos ocurridos en los últimos meses en varios sectores de Cisjordania, sobre todo en el pueblo de Beita y en el campamento de Yenín, escenario reciente de choques mortales entre el ejército y las facciones locales, donde prosiguen las escaramuzas a lo largo de la barrera entre Israel y la Franja de Gaza.