Hasta el 30 de septiembre tiene el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, para presentar al Congreso el Presupuesto de la Nación para 2022.
Una propuesta que ha ido trabajando el Gobierno junto a un grupo de 27 economistas y en la que han adelantado la necesidad de recortar el gasto público respecto a años anteriores.
De acuerdo al acta publicado por la cartera que controla la billetera fiscal, se señaló que “a partir de las estimaciones entregadas por el Comité de Expertos, se obtuvo la tasa de crecimiento del PIB Tendencial para 2022, que se ubica en 2,6%”.
Además, proyectó que el crecimiento irá paulatinamente en ascenso, con un 2,7% en 2023, 2,8% en 2024, 2,8% en 2025 y 2,9% en 2026.
En tanto, el Precio de Referencia del Cobre para la estimación del Balance Cíclicamente Ajustado del Sector Público del año 2022, quedó fijado en 331 US$¢/lb (moneda de 2022).
Bajo ese contexto, el presidente de la Agrupación de Empleados Fiscales, José Pérez Debelli, apuntó a la necesidad de que esta discusión no signifique “un detrimento de las remuneraciones de las y los funcionarios públicos, más allá que cuando estábamos en plena pandemia igual nos golpeó cuando compañeros y compañeras no tuvieron reajuste y no tuvieron la capacidad para recuperar esa pérdida del poder adquisitivo”.
“Entendemos que con la obligación y vocación de servicio público que tenemos, nuestra proyección en ese aspecto está vinculada a defender el rol del Estado y también a las políticas públicas que tienen que tener un presupuesto suficiente para los programas sociales y eso hay que poner ojo. Los parlamentarios, que algunos están de salida porque no van a ser reelectos y no se pueden presentar a una reelección, tienen que dejar una huella, pensando en la ciudadanía. Eso también nosotros lo incorporamos en nuestro pliego de peticiones”, expresó el dirigente.
Además, ante el optimismo del Ejecutivo ante la recuperación de empleos, que de acuerdo al Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica reportó que en los últimos dos meses se crearon cerca de un millón de puestos laborales, Pérez destacó que “tenemos que poner el énfasis en qué tipo de empleo. Porque los contratos son bastante precarios, los salarios son bajos” y añadió que “nuestra negociación también es un referente para el sector privado, para aquellos trabajadores y trabajadoras que no tienen sindicato por ejemplo”.
“Entonces, subimos el estándar de una petición pensando también en aquellas personas que ganan menos de 400 mil pesos y que al final lo que se vislumbra es un empleo precario con bajas remuneraciones y cero derechos fundamentales para ese tipo de trabajador. Nosotros eso lo hemos acuñado como un trabajo decente, con contrato con todas las coberturas de los derechos, con salario digno y capacidad de negociación colectiva”, aseveró.