“No corresponde que las mujeres seamos obligadas a pagar lo mismo que los hombres cuando esa igualdad no aplica a la hora de pagarnos”, explica Camila Arenas, candidata a diputada por las comunas de La Florida, Puente Alto, La Pintana, San José de Maipo y Pirque. Y es que, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Chile es uno de los países con mayor brecha salarial entre hombres y mujeres, estimado en un 21,1% versus el promedio del bloque de 14,3%.
Asimismo, para ONU Mujeres y sus herramientas de diagnóstico de igualdad de remuneraciones, en 2020 la brecha salarial para chilenas llegó hasta los 200 mil pesos menos por hacer el mismo trabajo que sus colegas hombres. Algo que se suponía iba a ser resuelto con la aprobación de Ley de Igualdad de Remuneraciones en 2008 y que “no tuvo ningún efecto. Incluso ahora en la pandemia la brecha ha aumentado junto con el trabajo doméstico y de cuidados”, dice Arenas.
Y, para mitigar este tipo de discriminación, es que Arenas promueve solucionarlo con una “óptica feminista que haga entender que es un problema sistémico. Los roles de género y la distribución desigual de las labores del hogar inciden en que tengamos más trabajo informal, mayor desempleo y por supuesto menores ingresos. Si a eso añadimos la gran cantidad de madres solteras y papitos corazones, es evidente que hay que emparejar la cancha”.
Así es como surgió la idea de tener una tarifa diferenciada entre hombres y mujeres a nivel nacional que, según Arenas, también debiese considerar una diferenciación para personas con discapacidad. Esto aplicaría hasta los 60 años y se uniría a la propuesta de gobierno de Apruebo Dignidad, pacto que ya tienen en su programa la exención de pago para las personas mayores.
La profesora de filosofía y experta en educación no sexista quiere llevar esta medida a votación en el próximo Parlamento, en donde espera estar en representación del distrito al sur de la capital y tener “un Congreso feminista para el nuevo Chile”. Un espacio en donde históricamente las mujeres han sido subrepresentadas, considerando que en su actual y mejor momento esto llega a tan solo 22,7% en la Cámara Baja y 23,3% en la Cámara Alta.
“Pero no solo es importante que haya mayor participación de mujeres en todos los ámbitos de la vida pública y privada, sino también que ya estando en el poder ayudemos a que esta corrección aplique para todas chilenas”, sostuvo Arenas.
“Es por esto que, pensando en la estadística del Instituto Nacional de Estadísticas respecto al 20,4% promedio menos entre lo que gana una mujer y un hombre en Chile, hemos decidido promover esta novedosa propuesta que busca aliviar el bolsillo de las mujeres que hoy son el principal sostén del 40% de los hogares nacionales. Y de aprobarse, nuestro país se uniría a experiencias como las de Berlín y Nueva Deli, en donde la perspectiva de género ha hecho tomar medidas de compensación en el transporte público”, indicó la candidata al Congreso.