Derechos de las personas mayores: el debate que se instala en medio del envejecimiento progresivo del país

La ACHIPEM cuestionó el abandono institucional del Estado y reclamó reivindicar los derechos de los adultos mayores. En tanto, expertos apuntaron al fortalecimiento de políticas públicas socio-sanitarias y combatir el estigma en torno a la vejez.

La ACHIPEM cuestionó el abandono institucional del Estado y reclamó reivindicar los derechos de los adultos mayores. En tanto, expertos apuntaron al fortalecimiento de políticas públicas socio-sanitarias y combatir el estigma en torno a la vejez.

Con índices que siguen dando cuenta del descenso de la natalidad y el envejecimiento progresivo de la población, Chile está lejos de revertir una tendencia que se registra hace décadas.

De hecho, el Instituto Nacional de Estadísticas informó recientemente la disminución de 5,21% respecto de 2018 los nacimientos registrados en 2019, totalizando 210.188 bebés, de los cuales 51,1% fueron de sexo masculino y 48,9% de sexo femenino.

Según el Anuario de Estadísticas Vitales 2019 señaló que la Tasa Global de Fecundidad (TGF), que se interpreta como el número de hijos promedio que tendría una mujer durante su vida fértil (15-49 años), fue de 1,44 hijos en 2019, lo que lo sitúa bajo el nivel de reemplazo generacional estimado de 2,1 hijos promedio por mujer.

Además, un 16,2% de los nacidos ese año en Chile corresponden a madres de origen extranjero, totalizando 34.056 bebés, siendo el mayor porcentaje de estas madres correspondiente a mujeres haitianas (21,6%), seguidas de mujeres venezolanas (17,1%).

También el documento registró un total de 109.658 defunciones en 2019, es decir, 2.862 muertes más que el año anterior y 17.693 más que en 2009, representando un alza de 19,2% en once años y el cual se explica por el paulatino envejecimiento poblacional en el país.

“De esta forma, a medida que se incrementa la cantidad de población de edades mayores, las probabilidades de morir también aumentan, impulsando así la tendencia creciente de los niveles de mortalidad”, se explica en el anuario, que situó además por primera vez el cáncer como principal causa de muerte.

Por otra parte, de acuerdo a proyecciones del Gobierno sobre la base del Censo de 2017, estimó en 2.260.222 los adultos mayores para 2019, cifra que representa el 11,9% de la población total del país, concentrándose una mayor cantidad de personas mayores de 65 años en las regiones Metropolitana, con 867.866; Valparaíso, con 274.260 y Biobío, con 205.720 personas.

Al respecto, la presidenta de la Asociación Chilena de Pensionados y Montepiadas (ACHIPEM), Asención Pérez, abordó la realidad nacional de la vejez y la propuesta de norma constitucional que presentaron esta semana en la Convención Constitucional para garantizar la protección de derechos de los adultos mayores en la nueva Carta Fundamental.

En concreto, Pérez sostuvo que “lo que nosotros vemos como tal es que no tenemos una protección en los Derechos Humanos para las personas mayores. En estos momentos estamos todos muy abandonados. Es por eso que nosotros ponemos las patitas en la calle y exigíamos que en la nueva Constitución pueda insertar como tal los Derechos Humanos de las personas mayores. No tenemos nada de protección y quisiéramos que esto quede estipulado”.

En esa línea, la dirigente puntualizó que “hay muchas personas que están en el abandono absoluto, tanto por parte del Estado como la familia muchas veces. En los ELEAM hay que sacarse la lotería para que una persona de bajos recursos quede en esos hogares que son del Estado, pero también tenemos otros casos que son lucrativos, que son casas, donde ellos tienen un cupo para 20 personas y habían 40, o sea un hacinamiento horrible y la que menos cuesta para ingresar son $480.000 pesos. Nuestras pensiones no alcanzan ni para pagar la mitad de ese establecimiento”.

Por ello, Pérez recalcó que “lo que nosotros planteamos en la Constitución es ni más ni menos que eso. En los Derechos Humanos va incluida la salud, el cuidado, pero que no nos digan más ‘abuelitos’. Tenemos nuestros nietos, tenemos nuestros bisnietos, queremos que nos digan personas mayores, personas mayores con una experiencia como que le hemos entregado toda nuestra vida a la sociedad chilena para que vaya económicamente subiendo este país. Que se nos vea como personas dignas”.

La neuróloga y profesora de la Universidad de Chile, Andrea Slachevsky, enfatizó que “es importante que cuando uno habla de adulto mayor muchas veces se hace en términos como sujeto de protección y ahí hay que tratar de hablar de garantía de los derechos. También es importante considerar que la mayoría de los adultos mayores en Chile envejecen manteniendo su autovalencia”.

Pese a lo anterior, Slachevsky señaló que “hay un grupo muy importante que tiene problemas de salud, que disminuye la capacidad de autovalerse por sí solos y hay estudios que realizamos mostramos que las principales causas de pérdida de años de vida saludable y de dependencia en los adultos mayores son los trastornos cognitivos y las demencias”. Por lo que destacó la necesidad seguir fortaleciendo el Plan Nacional de Demencia, “pensada no solo en términos de prestaciones, sino cómo fortalecer todo el sistema de salud para una adecuada atención”, además de los aspectos sociales que rodean al paciente y su red de apoyo, donde hay “brechas inmensas”.

“Uno esperaría que un Estado que transite hacia hacerse cargo de los problemas, por ejemplo, de cuidado, tenga una óptima más transversal, socio-sanitaria o de territorialidad. Pensar que uno tiene que facilitar los mecanismos para que los gobiernos implementen políticas transversales y actualmente la normativa del Estado chileno más bien privilegia lo sectorial y ahí hay un gran límite”, afirmó la académica.

Mientras el secretario de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile, Marco Espíldora, reconoció que en Chile “el envejecimiento es un fenómeno sociodemográfico que llegó como un tsunami que nos pilló mal preparados en términos de políticas públicas”, agregando que, por lo mismo, requiere ser abordado “de manera integral y multidisciplinaria, porque que el grupo de personas mayores es muy heterogéneo”.

Además, se refirió al rol que ha tenido la pandemia en la visibilización de la realidad de los adultos mayores y la percepción negativa que se tiene en el país respecto al proceso de envejecimiento.

En esa línea, planteó que “ha tenido que pasar esta emergencia sanitaria para saber que existen las personas mayores, se les denominó el ‘grupo de riesgo’ cuando todavía no llegaba la pandemia a Chile. Sin embargo, también hemos visto a las personas mayores muy visibles en el proceso de vacunación, en los procesos eleccionarios. Entonces, más del 90% de las personas mayores son autovalentes y eso es importante porque todavía lamentablemente hay una imagen negativa sobre el envejecimiento, todavía hay estigma”.

Con todo, Espíldora se mostró optimista sobre los avances en la discusión de políticas públicas orientados a este segmento de la población, puesto que este es un fenómeno que llegó para quedarse. “Si tenemos una certidumbre es que Chile va a seguir envejeciendo. Al año 2050, va a ser el primer o el segundo país más envejecido de Latinoamérica. Hay desafíos para los próximos gobiernos, para el proceso constituyente para incorporar a las personas mayores con su voz en toda política pública o medida que las afecte. Por otra parte, requerimos una solidaridad intergeneracional, por ejemplo, si construimos un sistema de seguridad social digno para las personas mayores de hoy, los favorecidos vamos a ser los mayores de mañana”.





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