Con el objetivo de hacerse cargo de las falencias que presenta el actual Sistema de Justicia chileno en cuanto al tratamiento de los casos de violencia de género y ante la omisión que han hecho frente a las consideraciones internacionales al respecto, las constituyentes feministas que forman parte de Movimientos Sociales ingresaron la norma que crea el Sistema de Justicia con perspectiva feminista.
La iniciativa propone la creación de “Tribunales Especiales para la violencia de género contra mujeres, niñas, diversidades y disidencias sexo genéricas. Estos Tribunales estarán integrados por jueces, juezas, funcionarios y funcionarias de la administración de justicia especializadas en la materia”.
Asimismo, “a jueces y juezas, funcionarias y funcionarios auxiliares de administración de justicia y policías se les exigirá especialmente formación especializada en materias de género, interseccionalidad y derechos humanos”, de manera que los tribunales puedan velar por “un conocimiento, obtención y valoración de las pruebas, juzgamiento, resoluciones y ejecución de las penas con enfoque de género y en condiciones de igualdad sustantiva”.
La iniciativa también contempla que “en el caso de las personas infractoras de ley, especialmente mujeres, diversidades y disidencias sexogenéricas, que tengan hijas o hijos menores de edad, personas mayores o enfermas a su cuidado, procederán penas alternativas a la privación de libertad, exceptuando aquellos casos establecidos en la ley”. En ese contexto, se especifica que “en estos casos especiales el Estado adoptará las medidas necesarias tales como infraestructura y equipamiento tanto en el régimen de control cerrado, abierto y postpenitenciario, para garantizar la debida garantía de sus derechos en tanto trabajadoras de cuidado”.
Según explicó la convencional Vanessa Hoppe, esta propuesta se hace necesaria ya que “hay que entender que este tipo de violencia tiene caracteristicas propias que hace que sea distinta a los otros tipos de violwencia y que, por lo tanto, hemos detectado en nuestro sistema, si bien se han previsto algunos procedimientos especiales, estas medidas no son suficientes para poder abordar la violencia de género”.
En tanto, para Manuela Royo, parte de las convencionales que ingresaron la norma, esta iniciativa viene a saldar una deuda para con muchas mujeres.
“Hemos conversado con magistradas, hemos conversado con gendarmes, hemos conversado con mujeres privadas de libertad, hemos conversado entre nosotras. Sabemos que hoy tenemos una deuda con nuestras compañeras, con nuestras hermanas, con nuestras hijas, con nuestros hijos respecto de una realidad que hoy se vive y hoy, desde la Convención, desde una concepción de justicia feminista queremos hacer un aporte concreto pensando en una justicia que sea especializada en la violencia de género”.