Papa Benedicto XVI pide perdón por abusos durante sus mandatos: "He mirado a los ojos las consecuencias de una culpa muy grande"

Recordemos que, durante el mes de enero, salió a la luz al informe sobre los abusos sexuales a menores en Alemania, en el que se afirma Benedicto XVI tenía conocimiento de cuatro casos de curas pederastas cuando era arzobispo de Múnich.

Recordemos que, durante el mes de enero, salió a la luz al informe sobre los abusos sexuales a menores en Alemania, en el que se afirma Benedicto XVI tenía conocimiento de cuatro casos de curas pederastas cuando era arzobispo de Múnich.

Era un gesto que se esperaba hace tiempo. Este martes, el Papa emérito Benedicto XVI pidió perdón por los abusos sexuales cometidos durante sus numerosos mandatos en distintos cargos dentro de la Iglesia Católica.

“Una vez más sólo puedo expresar a todas las víctimas de abusos sexuales mi profunda vergüenza, mi gran dolor y mi sincera petición de perdón”, expresó el sacerdote alemán a través de una carta.

“He tenido una gran responsabilidad en la Iglesia Católica. Como grande es mi dolor por los abusos y errores que han ocurrido durante el tiempo de mi mandato en los respectivos lugares”, se lee en la misiva, añadiendo que “roguemos públicamente al Dios vivo que perdone nuestras culpas, nuestras grandes y grandísimas culpas”.

Recordemos que, durante el mes de enero, salió a la luz al informe sobre los abusos sexuales a menores en Alemania, en el que se afirma Benedicto XVI tenía conocimiento de cuatro casos de curas pederastas cuando era arzobispo de Múnich.

Ante esto, Joseph Ratzinger  afirmó que carga con la culpa de no haber afrontado los abusos cuando correspondía.

“En todos mis encuentros, especialmente durante mis numerosos viajes apostólicos, con víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes, he mirado a los ojos las consecuencias de una culpa muy grande y he aprendido a comprender que nosotros mismos nos vemos arrastrados a esta gran culpa cuando la descuidamos o cuando no lo afrontamos con la necesaria decisión y responsabilidad, como ha ocurrido y ocurre con demasiada frecuencia”.

Además, Benedicto XVI, de 94 años, afirmó que está próximo a su muerte, situación que lo tiene de buen animo considerando que Dios, si bien será su “juez”, también será su “abogado”.

“Pronto me enfrentaré al juez definitivo de mi vida. Aunque mirando hacia atrás en mi larga vida puedo tener muchos motivos de temor y miedo, sin embargo, tengo un estado de ánimo alegre porque confío firmemente en que el Señor no sólo es el juez justo, sino también el amigo y hermano que ya ha sufrido él mismo mis carencias y es, por tanto, como juez, al mismo tiempo mi abogado”.

 





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