En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el doctor en Historia Económica y académico de la Universidad de Chile, Mario Matus, profundizó sobre los motivos que derivaron en la invasión de Rusia a Ucrania, apuntando como factor en este conflicto el rol de la OTAN y Estados Unidos tras la caída de la Unión Soviética en 1991.
En ese sentido, Matus detalló que tras aquel suceso “ese bloque adquirió una fuerza unipolar” que le permitió expandirse a países que formaban parte del Pacto de Varsovia, “lo que significa que en esa zona se empiezan a instalar bases militares, equipos de vigilancia satelital, laboratorios, sistemas de espionaje y, eventualmente, misiles con cabeza nuclear. Es decir, para llegar a Moscú no se necesita más que un misil balístico de corto alcance que llegaría en cinco minutos”.
Por lo mismo, el docente señaló que también la situación geopolítica de Bielorrusia “pende de un hilo” en este conflicto, ya que, de incorporarse Ucrania a la OTAN, este país quedaría aislado desde el sur y el oeste. “Lo han dicho muchas personas del ámbito militar, analistas e incluso el ex director de la CIA que venían advirtiendo desde hace tiempo que esa ampliación sin límites hacia el Este iba a generar fricciones que en algún momento iban a estallar de una manera como lo hemos visto, porque además había antecedentes previos”.
“Si uno se fija en Asia en general, la OTAN y Estados Unidos han ampliado su esfera de influencia en todos los continentes. Entonces, esa situación que estaba clara durante 30 años, ya no lo está porque han emergido otros poderes, en este caso China, India, Irán, en alguna medida Turquía, y esas potencias no parecen estar muy dispuestas a aceptar un nuevo tema bipolar como el que hubo”, comentó Matus en conversación con los periodistas Juanita Rojas y Claudio Medrano.
En esa línea, sostuvo que “estos países emergentes que son grandes potencias industriales están aumentando su protagonismo en la economía mundial”, añadiendo que China “va a superar, no me cabe la menor duda, a Estados Unidos en poco tiempo más, 20 años como mucho”.
Asimismo, calificó como “fuera de orden” los análisis que apuntan a supuestas intenciones del presidente ruso, Vladimir Putin, de recuperar las fronteras de la ex Unión Soviética o el Imperio Zarista, puesto que implicaría el uso de fuerza nuclear. “La OTAN no tiene la capacidad ni la fuerza militar, económica, política y diplomática para seguir ampliando hacia el este y otras zonas. Por otro lado, Rusia tampoco está en condiciones de plantearse una recuperación que vaya más al oeste de Bielorrusia y Ucrania. No hay ninguna, ni la más remota posibilidad de que Rusia pueda llegar a Berlín”.
Por otra parte, el académico proyectó el futuro de las negociaciones entre autoridades rusas y ucranianas y cuestionó el liderazgo del presidente de este último país, aseverando que “es muy probable que Rusia permita que Zelenski permanezca en el poder. Él es un peligro público, está pidiendo a la OTAN que establezca una zona de exclusión aérea. Está pidiendo entrar a la OTAN, está repartiendo armas a diestra y siniestra a una población civil que con suerte va a vivir una semana al recibir un fusil y lo único que va a lograr es que después de la guerra haya niños matándose entre ellos porque andan con una Kalashnikov”.
Para Matus “el líder que tiene en este momento Ucrania es inviable para negociar ninguna cosa. Lo único que uno podría entender aquí es que los rusos están ganando tiempo y tratando de demostrar que están dispuestos a negociar, pero es obvio que Zelenski no es el único interlocutor que ellos buscan”.
De hecho, deslizó la posibilidad de que se establezca un acuerdo similar al alcanzado entre Corea del Norte y Corea del Sur (que técnicamente siguen en guerra), es decir, “por la fuerza de las armas, de los hechos los rusos lo que podrían hacer es dejar a Ucrania como Estado desmilitarizado y sin que se formalice ningún acuerdo con la OTAN y esta, para no aparecer siendo derrotada, simplemente acepte por los hechos esa situación”.
“Los rusos lo que harían sería encontrar dentro de la elite ucraniana algunos grupos de los cuales surgieran liderazgos afines a ellos y establecerían que Ucrania siguiera como independiente, pero con un estatuto parecido al de Bielorrusia, en el que saben que en el momento de que a la elite se le ocurra dar un paso en dirección a la OTAN y den una señal contra Rusia, van a ser invadidos”, planteó.