“El derecho al mar de Bolivia es un derecho irrenunciable e imprescriptible sobre un territorio que le dé acceso al océano Pacífico y a su espacio marítimo”, sostuvo Arce en su discurso en los actos por la más que centenaria reclamación marítima, los que se retomaron luego que fueran suspendidos por la pandemia del coronavirus durante los últimos dos años. Arce añadió su convicción de que “Bolivia y Chile tienen mucho que aportar a la integración suramericana, latinoamericana y caribeña, a la construcción de una nueva historia en nuestra región, y contribuir a la edificación de un mundo multipolar en el que no exista una sola nación hegemónica”, enfatizó.

Ante una multitud reunida en la plaza Abaroa, Arce hizo un repaso de los daños económicos que, según argumenta permanentemente el Gobierno boliviano, ha debido enfrentar su país al carecer de una salida soberana al mar y dio cuenta de las alternativas que baraja La Paz para abrir espacios al comercio exterior de los productos bolivianos.

“El injusto enclaustramiento ha dificultado la inserción del nuestro país al flujo del comercio internacional, sometiéndolo a un alto costo de transporte para llegar a mercados de ultramar”, dijo, recordando que la producción boliviana “paga un 30 por ciento más de lo que paga en promedio cualquier otro país de la región”. De ese modo, Bolivia “pierde la posibilidad de crecer el 1% del producto interno bruto anualmente debido a su enclaustramiento”, añadió.

“El litoral boliviano ha sido una inconmensurable fuente de recursos que ha servido para potenciar la economía chilena, en cambio a Bolivia esta situación le ha generado daños económicos que sufre a diario en su comercio internacional”, indicó.

En tal sentido, el presidente Arce destacó el trabajo conjunto que se realiza con Perú en el proceso de modernización del puerto de Ilo, por donde actualmente circula la mayoría de los productos bolivianos que se comercializan en el extranjero.

Los actos protocolares tuvieron lugar en la plaza Eduardo Abaroa de La Paz, hasta donde ayer habían sido trasladados los restos del héroe Eduardo Abaroa, coronel del ejército caído valientemente en la Defensa de Calama durante la batalla del Vado de Topáter -el 23 de marzo de 1879- cuando definitivamente las tropas bolivianas fueron derrotadas militarmente y perseguidas hacia el altiplano, quedando todo el inmenso territorio de Antofagasta en manos chilenas.

Arce, en su discurso de 15 minutos, explicó los diversos momentos de la permanente  demanda boliviana y su acercamiento con Chile para lograr una solución a su mediterraneidad. Con las relaciones diplomáticas rotas desde la década de los 70, Bolivia llevó en 2013 ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya su reclamación marítima para que Chile negociara de buena fe un acceso soberano al océano Pacífico. Sin embargo, en 2018, el alto tribunal de Naciones Unidas determinó que el Estado chileno no tiene la obligación legal de negociar con el Estado boliviano.

No obstante, con la llegada de Gabriel Boric a la Presidencia del Chile el pasado 11 de marzo, pareciera haberse abierto la posibilidad de que ambos países puedan mejorar sus relaciones dada la afinidad ideológica entre los dos Gobiernos, por lo que Arce destacó que la conducción de Chile la ha asumido un Gobierno progresista en momentos en que ese país avanza en lo que calificó como una “histórica” Asamblea Constituyente.

“Hacemos votos para que bajo el liderazgo del hermano presidente Gabriel Boric se ponga fin al enclaustramiento del pueblo boliviano”, apeló el mandatario, recordando que en su reciente visita a Chile con motivo de la asunción a la primera magistratura de Gabriel Boric, acordaron elaborar una agenda que consulte un temario de intereses comunes como comercio, la lucha contra el contrabando, el tema de la migración y, sumó el presidente boliviano, también sobre aguas internaciones y el mar.

Recientemente Gabriel Boric aseguró que existe la “predisposición”, en conjunto con Bolivia, para mejorar las relaciones entre Santiago y La Paz. Pero también fue muy claro al establecer que Chile “no negocia su soberanía”.

*** (NdeR) Terminada la batalla del Vado de Topáter, el cuerpo de Abaroa fue enterrado con honores militares por el Ejército chileno el mismo día 23 de marzo en el cementerio de Calama. Durante sus exequias se le honró como a un héroe, con veintiún salvas disparadas como ofrenda a su valentía y su cuerpo fue envuelto en la bandera chilena a falta de una bandera boliviana en aquel emotivo póstumo homenaje.