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Año XVI, 25 de abril de 2024


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Sobre las denuncias de tortura

Columna de opinión por Camila Reyes San Martín
Viernes 17 de junio 2022 8:36 hrs.


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Decidimos escribir este comunicado porque nadie nos ha preguntado qué pensamos, qué sentimos y qué esperamos del futuro.

Durante estas semanas hemos escuchado en la prensa la palabra tortura, acusaciones que van y vienen, sumario, fiscalía y que se paralizan todas las atenciones porque se espera unas disculpas.

Disculpas debieran recibir los usuarios que recibieron electroshock sin anestesia y que nadie se ha preguntado cómo están y quiénes son. Disculpas por el mal manejo de las autoridades y dirigentes porque lo que han hecho sólo contribuye a la discriminación y el estigma sobre nosotros y una vez más se nos invisibiliza. Disculpas debiéramos recibir porque ahora tendremos más desconfianza en los tratamientos psiquiátricos. Disculpa debieran recibir los aproximadamente 10 usuarios que a diario amanecen en la unidad de emergencia del Van Buren y que no tienen dónde ser trasladados porque no hay suficientes camas de corta estadía. Disculpas debieran recibir las personas que ingresan el viernes a la urgencia por un problema de salud mental y tienen que esperar hasta el lunes como mínimo para que los vea el psiquiatra que tiene sólo 22 horas en la urgencia. Disculpas debieran recibir los pacientes que deben esperar hasta tres meses para ser atendidos en el poli del Hospital Del Salvador porque no hay suficientes horas de psiquiatría. Disculpas debieran recibir los usuarios de salud mental que reciben atención psicológica una vez al mes en la APS. Disculpas a quienes han sido contenidos por horas incluso días porque están “agitados”. Disculpas porque no hay trabajo para nosotros porque tenemos una enfermedad mental a pesar de haber una ley de inclusión laboral. Disculpas porque en el hospital pasamos frío invierno y verano. Disculpas porque estamos encerrados y no podemos calentarnos con el sol ni ver el mar.

Esperemos que la Justicia se pronuncie y que el Estado garantice la plena implementación de la Ley de salud mental Nº 21.331, queremos que no se tengan más practicas manicomiales, que se nos vea cómo sujetos de derecho y que no seamos discriminados en la sociedad.

Queremos pedir disculpas por haber callado tanto tiempo porque pensamos que era parte de nuestra enfermedad estar en silencio.

La voz de los sin voz.

Camila Reyes San Martín
Presidenta Asociación por una Salud Mental Radiofónica (en trámite)

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.