Irán puede, pero no quiere producir una bomba atómica

El Director de la Agencia Iraní de Energía Atómica, Mohamad Eslamí, declaró que la República Islámica posee capacidad técnica para producir una bomba atómica, pero que "no tiene intención de hacerlo porque tal programa no está en la agenda”, señaló.

El Director de la Agencia Iraní de Energía Atómica, Mohamad Eslamí, declaró que la República Islámica posee capacidad técnica para producir una bomba atómica, pero que "no tiene intención de hacerlo porque tal programa no está en la agenda”, señaló.

Mediante el acuerdo nuclear (JCPOA), los expedientes de todas las acusaciones contra Irán fueron cerradas -recordó Eslamí- “pero ahora los sectores occidentales pretenden volver a ello nuevamente y por eso están presentando las mismas falsas acusaciones del pasado”, expresó. El alto funcionario rechazó, asimismo, las “acusaciones de Occidente” y dijo que éstas provienen tanto de Israel, como de la organización de Muyahidin Jalk, opositora a la República Islámica. Destacó, asimismo, que “tal como lo ha dicho previamente el jefe del Consejo de Relaciones Exteriores Estratégicas de Irán, Kamal Jarazí, Irán tiene la capacidad técnica para construir una bomba atómica, pero tal programa no está en la agenda”.

Según informó la agencia local iraní de noticias FARS, los comentarios de Jarazi supusieron una insólita sugerencia: la república islámica podría estar interesada en las armas nucleares, algo que ha negado durante mucho tiempo. Esta vez, Eslamí explicó que “no es aceptable para Irán” que otra vez lo pongan bajo presión con las mismas acusaciones. No obstante. explicó que “la interacción constructiva” entre la AEAI y el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) está establecida y “no ha habido interrupción en estas interacciones”; “Porque todas las acciones de Irán se llevan a cabo bajo la supervisión del OIEA sobre la base del Tratado de no Proliferación y la Salvaguarda”, justificó Eslamí.

El pacto nuclear de 2015, conocido como JCPOA, limitaba el programa atómico iraní a cambio del levantamiento de sanciones, pero en 2018 el entonces presidente de EEUU, Donald Trump, lo abandonó y volvió a imponer medidas restrictivas a Irán. Teherán respondió un año después con la aceleración de sus esfuerzos nucleares y el enriquecimiento de uranio. Al respecto, tanto Irán como EE.UU. subrayan que todavía quedan temas claves por resolver. Pero ello -afirman- requiere de la voluntad y la decisión política de la otra parte.

La pureza del uranio enriquecido que produce Irán alcanza ya el 60%, muy por encima del 3,67 % permitido por el acuerdo nuclear de 2015 (JCPOA), y está negociando desde el año pasado con cinco potencias -e indirectamente con Estados Unidos- para restablecer el pacto atómico, pero hasta ahora no se ha logrado concluir.

Esa medida se une a la decisión de desconectar dos cámaras de vigilancia del OIEA en una instalación nuclear, anunciada horas antes del voto condenatorio de la Junta de Gobernadores propuesto por Washington en Viena en junio, donde China y Rusia votaron en contra, mientras que India, Pakistán y Libia se abstuvieron. El portavoz de la Agencia de Energía Atómica de Irán (AEAI), Behruz Kamalvandí, justificó el apagado de las cámaras al considerar que el OIEA no ha apreciado la “buena voluntad” de Teherán en su colaboración con el organismo de la ONU, al que acusa de “tener una agenda política”.

El choque en el OIEA se produce con las negociaciones para salvar el acuerdo nuclear paralizadas desde mediados de marzo. El pacto nuclear limitaba el programa atómico iraní a cambio del levantamiento de sanciones, pero, como ya se dijo, en 2018 el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, lo abandonó y volvió a imponer sanciones a Irán.

Teherán respondió un año después con la aceleración de sus esfuerzos nucleares y el enriquecimiento de uranio. Según el último informe del OIEA de este mismo mes, Irán tiene ya más de 3.800 kilos de uranio enriquecido en diferentes formas y purezas, que van desde el 5 % hasta el 60 %, un nivel cercano al que se requiere para producir armas atómicas (90 %). Aquello sólo empeoró la relación con Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania, las cuatro potencias occidentales aliadas que han expresado su “profunda preocupación” por la situación y realizado llamados a Irán a que actúe de forma urgente “para cumplir sus obligaciones legales” con el OIEA.

El Programa nuclear iraní se originó durante la Guerra Fría, en el marco de acuerdos bilaterales auspiciados por Washington a finales de los años 50, específicamente bajo el programa “Átomos para la Paz”. Fue en 1957 que Estados Unidos firmó un acuerdo de cooperación nuclear civil con el régimen dictatorial-feudal que encabezaba el Sha Mohammad Reza Pahlevi, quien gobernaba con mano de hierro a Irán por ese entonces. El Sha, colocado a la cabeza de la antigua Persia en 1953 tras el derrocamiento -apoyado por la CIA- de Mohammad Mosaddeq, parecía lo suficientemente estable, manejable y amistoso hacia Occidente como para que EE. UU. se preocupara por el hecho de que Irán, eventualmente, pudiera llegar a tener el arma nuclear. El paso del tiempo y las cambiantes circunstancias históricas que el último medio siglo trajo consigo, demuestran hoy que Washington, una vez más, se equivocó.

Imagen de portada: RFI/Atomic Energy Organization of Iran/AFP/File




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