Azerbaiyán indicó el miércoles que se había apoderado de varias posiciones y destruido objetivos armenios en Nagorno Karabaj, tras combates que dejaron tres muertos y reavivaron el temor de una escalada bélica en este enclave de la cordillera del Cáucaso.
Las tropas azeríes “se hicieron con el control de varias alturas”, incluyendo colinas, y están reforzando sus posiciones, indicó el ministerio de Defensa de Azerbaiyán en un comunicado.
Ambas partes informaron de la muerte de al menos dos separatistas armenios y de un soldado azerbaiyano en enfrentamientos en los alrededores de Karabaj, generando temores de una nueva guerra, después de la de 2020.
Los incidentes también corren el riesgo de socavar las conversaciones de paz que desde hace meses mantienen Azerbaiyán y Armenia, dos exrepúblicas soviéticas rivales del Cáucaso, con la mediación de la Unión Europea.
Rusia, que auspició el alto el fuego de 2020 y ha desplegado una fuerza de mantenimiento de la paz en Karabaj, acusó a las fuerzas azerbaiyanas de violar la tregua en la zona de Saribaba.
Moscú está tomando “medidas para estabilizar la situación”, añadió el ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
La Unión Europea (UE) urgió a un “cese inmediato de hostilidades”.
Por su parte, el primer ministro armenio Nikol Pachinian hizo un llamamiento a Rusia de forma muy directa: “Hay una línea de contacto donde están desplegadas las fuerzas de paz, y este territorio está bajo su responsabilidad”. La agencia rusa Interfax subraya que para el primer ministro armenio estos soldados son “un factor clave para la seguridad de los armenios de Nagorno-Karabaj”, pero “la serie de acontecimientos que han tenido lugar desde noviembre de 2020 (Nikol Pachinian habla de la guerra y de los incidentes que la siguieron, nota del editor) hace que la sociedad armenia se cuestione el contenido y la esencia de la misión de mantenimiento de la paz”.
Por ello, el primer ministro pidió una “aclaración” sobre la operación de mantenimiento de la paz. A través de su portavoz, el Kremlin se declaró el jueves “preocupado por el deterioro de la situación en torno a Nagorno-Karabaj” y pidió a las partes que “den muestras de moderación”. Dmitry Peskov “no excluye” que el tema se discuta el viernes 5 de agosto entre Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan. Los dos líderes se reúnen de nuevo en la residencia de verano del presidente ruso.
El miércoles, el presidente de la autoproclamada república de Karabaj decretó una movilización parcial de hombres en el enclave.