Mediante una carta de apoyo a la opción Apruebo, 1.250 investigadores e investigadoras de las diversas áreas del conocimiento declararon su postura a favor de la propuesta constitucional que por primera vez en la historia incorpora los conocimientos como un sistema que incluye la ciencia, tecnología, artes, humanidades, saberes locales y ancestrales.
Entre los y las firmantes se encuentran destacados científicos e investigadores incluyendo a los premios Nacionales Romilio Espejo y Enrique Aliste, así como a exconvencionales constituyentes que se desempeñan en áreas del conocimiento. Se destacan investigadoras e investigadores de distintas disciplinas como Pablo Marquet, Millarca Valenzuela, Osvaldo Ulloa, Claudia Stange, Kemy Oyarzún, Andrea Rufinelli, Juan Armesto y Dominique Hervé, entre otros.
En la misiva las y los firmantes enfatizaron que “estamos a un paso de cambiar el rumbo de nuestra historia y sentar las bases que llevarán a nuestro país al desarrollo democrático, económico y social”. Además, afirmaron que “indiscutiblemente la propuesta de Nueva Constitución es mejor que la Constitución actual”, por lo que llamaron a votar apruebo en el plebiscito de salida.
La declaración valora que “la propuesta de Carta Magna pone en el centro el desarrollo sustentable, los diversos sistemas de conocimientos, la diversificación de nuestra economía, y el desarrollo de las ciencias y tecnologías, en armonía con la naturaleza. Creemos que estas directrices le entregan a Chile las herramientas para que, en el largo plazo, se pueda cambiar la matriz productiva, energética y económica, moviéndonos finalmente desde un modelo extractivista hacia un modelo basado en los conocimientos, la ciencia, tecnología, innovación y emprendimiento”.
Las y los investigadores realizaron un llamado a la ciudadanía a informarse, leer y reflexionar sobre la propuesta constituyente que pone en el centro los derechos sociales. En ese sentido, manifestaron su confianza en que “un país garante de derechos fundamentales a todos sus habitantes, sin importar su origen, permitirá alcanzar niveles de cohesión social similar a los países desarrollados, y con ello la posibilidad de que miles de niñas, niños y adolescentes puedan desarrollar al máximo sus capacidades y convertirse en los profesionales, científicos, artistas, humanistas y personas dignas del Chile del futuro”.
Asimismo, aseguraron que “Chile puede ser un Estado Regional que otorgue real autonomía a nuestros territorios” y que entienden que cambiar la Constitución de 1980 “favorecerá al desarrollo social y económico equitativo de nuestras regiones, y que potenciará aquellos conocimientos locales que muchas veces no son considerados en la toma de decisiones en nuestro país, favoreciendo el crecimiento económico de modo descentralizado”.