Los medios bonaerenses informaron que la joven Agustina Díaz fue detenida la noche del lunes 12 en un operativo a cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria debido a la datos periciados a partir del celular de Brenda Uliarte, la pareja del autor del atentado, Fernando Sabag Montiel, las que revelan comunicaciones entre ambas mujeres en horas posteriores a los hechos de la noche del 1° de septiembre pasado, las que incorporarían nuevas pruebas incriminatorias al caso. Uliarte también ha sido inculpada en esta causa y que figura como la novia del principal sospechoso. Recordemos que éste, Fernando Sabag Montiel, brasileño hijo de padre chileno y madre argentina, fue quien percutó un arma contra el rostro de la vicepresidenta cuando ella saludaba a simpatizantes frente a su domicilio. De esta forma, Agustina Díaz fue detenida por orden de la jueza María Eugenia Capuchetti, después que la magistrada decretara el secreto de sumario.
En cuanto a Sabag y Uliarte, de 35 y 23 años respectivamente, ambos están imputados de “haber intentado dar muerte” a la ex mandataria argentina, “con planificación y acuerdo previo entre ambos”. Y las pericias efectuadas a su teléfono celular han resultado claves, pues de los registros del aparato surgieron también evidencias que permitieron corroborar que existió previamente otro intento de atentar contra la vida de la vicepresidenta, el que “por alguna razón no se concretó”, ha agregado la policía. De hecho, el domingo se dio a conocer la información de la existencia de un video que pudo ser recuperado de la tarjeta SIM del celular de Sabag Montiel, el que lo muestra manipulando la misma arma que sería la utilizada en el ataque, “corroborando que tenía conocimiento sobre su uso”, explicaron fuentes judiciales al diario Clarín. Eso sí, el video está fechado meses antes del atentado contra Cristina.
Esas imágenes se sumaron al testimonio de un militante peronista que estaba afuera de la casa de la vicepresidenta la noche del atentado y que, al declarar como testigo ante la justicia federal, contó que después de que el primer disparo no salió, vio al acusado realizar “un intento de manipulación para remover el cargador” de la pistola marca Bersa, calibre 32, un arma semiautomática en la que, para que las balas ingresen en la recámara, hay que remover el cargador.
Hasta aquí una de las interrogantes principales que se plantean tanto la jueza federal María Eugenia Capuchetti como el fiscal Carlos Rívolo en el expediente que llevan del caso, es establecer de un modo fehaciente si Sabag Montiel tuvo realmente la intención de asesinar a Cristina Fernández puesto que, pese a gatillar el arma en dos ocasiones, los disparos nunca se produjeron y las balas nunca salieron. Esa circunstancia ha abierto una serie de hipótesis en torno a la manipulación de la pistola y al conocimiento que el sujeto tendría sobre su funcionamiento. Además, en el cargador del arma se encontró ADN de Sabag Montiel, “lo que se condice perfectamente con la declaración testimonial recibida”, explicaron fuentes de la causa.
Las pruebas contra el atacante de Cristina incluyen las tareas de inteligencia realizadas días previos a ese jueves 1° de septiembre, así como la reconstrucción del recorrido que el hombre hizo aquella tarde desde su domicilio en el barrio de San Martín (donde, junto a la pistola descrita guardaba dos cajas de 50 municiones compatibles con el calibre del arma que percutó contra la vicepresidenta), hasta que arribó a las inmediaciones del departamento de la mandataria, en Uruguay y Juncal. La tenencia de la pistola es también parte de las pruebas analizadas y que se suman a la acusación contra Sabag Montiel, porque ello, además, añade un dato más que perjudica al brasileño: no contaba con autorización para portar armas de fuego.
Las fuentes refirieron al contenido de los mensajes intercambiados entre los acusados durante la semana previa al ataque afuera de la casa de la vicepresidenta. En ellos hablan de la “presencia de cámaras de C5N” (canal de noticias), intercambian detalles de los horarios y del movimiento de la gente y de los militantes en el lugar. “Ella (por la vicepresidenta) ya subió, ya no creo que salga a esta hora así que ya fue, deja, voy para allá, quédate ahí. No traigas nada”. El mensaje lo escribió Sabag Montiel a su pareja según la información a la que accedió Clarín.
Finalmente, durante la mañana de este martes se conocieron declaraciones del ministro de Seguridad de la Argentina, Aníbal Fernández, confirmando que el lunes 12 por la tarde hubo una nueva amenaza contra la vida de Cristina Kirchner, esta vez a través del llamado telefónico de una mujer al 911 desde la vecina ciudad de La Plata, distante 60 kilómetros del gran Buenos Aires.