Tras la firma del acuerdo con el gremio de los ganaderos, Radio Francia Internacional en español (RFI) habló con Cecilia López, la ministra de Agricultura que está detrás de la trasformación del campo colombiano.
Se trata de una gran noticia de un gobierno que lleva apenas dos meses: la compra a precio justo de tres millones de hectáreas al poderoso gremio de los ganaderos. Un paso grande en la redistribución de las tierras cuyo despojo, concentración en pocas manos e improductividad son los ejes del conflicto que se extiende desde que el país tiene memoria republicana.
“Dejar una huella en el país”
“Yo siento que la vida me está dando la oportunidad de dejar una huella en el país, una huella acompañada de mucha gente que cambiaría mucho la faz de este sector rural tan rezagado. Me siento con una responsabilidad histórica”, afirmó la ministra de Agricultura a RFI luego de haber firmado la compra a precio justo de millones de hectáreas ganaderas.
Es un acuerdo que sorprende, especialmente al ver junto al presidente Petro y su ministra López al tercero de las partes firmantes: José Félix Lafaurie; el presidente de la Fedegán, acérrimo enemigo de la paz firmada con las FARC y hoy comprometido con el gobierno de izquierda de Gustavo Petro en la materialización de la paz territorial para lograr una Paz Total.
“Este es un gobierno de diálogo y de concertación, y en consecuencia, hemos avanzado muy rápidamente: en menos de un mes hemos logrado un gran acuerdo que va a traer mucha tranquilidad al sector rural, y al mismo tiempo la posibilidad de que el sector rural consolide una clase media, que sea capaz de responder a los retos de un país que tiene que ser necesariamente una potencia agroalimentaria para el mundo”, dijo Lafaurie.
Total transparencia y responsabilidad del Gobierno
La reforma agraria en Colombia, esa gran deuda del Estado con el campo, arrancó hace algo más de un mes con la titulación de 681 mil hectáreas y el alquiler de otras 125 mil a organizaciones campesinas. La compra de las tierras, tercera arista de la reforma, siembra temores en algunos sectores que dudan de la productividad de los predios vendidos y de su procedencia. Hay quienes piensan, incluso, que la venta de estas tierras se puede convertir en un mecanismo para legalizar o financiar el despojo.
Frente a estas dudas, Cecilia López responde que el proceso de compra de tierras se llevará a cabo con filigrana para garantizar su total transparencia: “Se va a hacer una revisión jurídica muy seria. Ya tenemos abogados ofreciendo su apoyo para mirar la historia de estas tierras. Hay un mandato claro de la ley, en donde uno no puede comprar una tierra porque termina en la cárcel si esa tierra no se ha adquirido de manera transparente. Una vez que se adquiera, entra a la UPRA, que es nuestra unidad de planeación, donde se sabe si esa tierra es productiva. Una vez que se sepa si esa tierra es productiva o no, se trabaja en determinar un mínimo o un máximo de los precios y después se aplica en zonas específicas de catastro multipropósito. El conjunto de eso nos dará el valor comercial al cual se comprará la tierra”, detalla.
“Pero”, subraya, “eso no va solo, eso va a grupos de personas que tendrán el apoyo de la Agencia de Desarrollo Rural y eso implica un esfuerzo en términos de crédito, de asistencia técnica, probablemente agua. Algunas áreas del país siguen teniendo problemas de energía, necesitamos asegurar que tengan energía… Es un paquete productivo muy complejo que involucra a muchas instituciones del Gobierno. Por eso a la oferta inicial se le hicieron algunos ajustes operativos, porque es el Gobierno el que tiene la responsabilidad de que todo salga bien y es el que tiene la información”.
“La tierra es un medio, la meta es la Paz”
El Gobierno se comprometió a implementar y profundizar el Acuerdo Final de Paz, negociado con la otrora guerrilla de las FARC, y principalmente, el punto 1 de dicho acuerdo: “Hacia un Nuevo Campo Colombiano: Reforma Rural Integral”.
“La tierra es solamente un medio. El fin es la reincorporación de estos sectores a la cadena productiva del país, pero además la paz: eso va a terminar en más o menos un millón de hectáreas entregadas durante este año. Eso ya es un esfuerzo inmenso frente a los siete millones que dice el acuerdo. ¿Hay algo que ya entregó el gobierno anterior? Nada, creo. Pero bueno, hay que ir sumando. Tenemos seis años para cumplir, eran 12 y ya pasaron seis. Faltan seis, cuatro de este gobierno y espero que lo hagamos tan bien que el próximo gobierno no acabe con esta estrategia, sino que la continúe”, concluye Cecilia López.
El cumplimiento y verificación del acuerdo de compra directa de tierras para la construcción de la Reforma Rural Integral contará con el acompañamiento del Banco Mundial y de la Misión de la Organización de Naciones Unidas en Colombia.