Bajo el lema “Por un futuro con todas y todos”, la Universidad de Chile conmemora sus 180 años de vida durante el mes de noviembre. Este hito, que año a año reúne a la comunidad universitaria y nacional con el objetivo de relevar las distintas dimensiones, ámbitos, misiones y disciplinas de su quehacer, así como para renovar el compromiso de la institución con la sociedad, tiene un significado especial para la Gran Logia de Chile.

Ambas instituciones mantienen una tradición histórica importante, sustentada en lazos profundos forjados en valores que marcan a las dos instituciones, como lo es la defensa del laicismo y la libertad de pensamiento en el ámbito de la educación superior en particular, pero también proyectada en la sociedad chilena en general.

Tanto la Casa de Bello como la masonería chilena han estado en ámbitos y propósitos comunes a través del tiempo, entendiendo que el objetivo fundamental de la Gran Logia es el perfeccionamiento de las personas y la sociedad. En este sentido, se reconoce a la Universidad de Chile como una potente luz del saber que iluminó la libertad de pensamiento y el camino hacia el conocimiento en nuestro país, labor que mantiene en la actualidad.

Reconocimiento

En este contexto de fraternidad entre ambas instituciones, este lunes la Gran Logia de Chile festejó junto a las altas autoridades de la universidad su aniversario 180, en una ceremonia realizada en el Gran Templo del edificio masónico, ubicado en Santiago.

En la oportunidad, el Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Sebastián Jans Pérez, entregó a la actual rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés Alessandri, la Medalla Honorífica Francisco Bilbao, reconocimiento que se entrega a personas que entregan un aporte significativo al conocimiento y a la tradición laica del país.

En su discurso, Jans Pérez aseguró que la invitación a la ceremonia “tiene que ver con la realidad que impone el vigoroso trascender de una universidad, que ha representado históricamente una afirmación de saber y pensamiento, durante 18 años, donde se ha construido cultura republicana, soporte profesional para el país y sus grandes necesidades, donde se han formado los grandes liderazgos necesarios para abordar los mayores desafíos, donde se ha hecho cátedra de inspiración moral librepensadora”.

“Una universidad que ha tenido en su impronta el propósito humanista, y como dicen sus valores, efectivamente nacional y estatal, con altos niveles de calidad, pluralismo, equidad social y de género y pertinencia para abordar con conciencia social, crítica y de manera éticamente responsable, abordar los desafíos en los planos de la enseñanza superior, la investigación, la creación, la extensión y la vinculación con el medio, al servicio del país”, agregó el Gran Maestro de la Gran Logia de Chile.

Por su parte, la rectora Devés, agradeció el reconocimiento y aseguró que “la Universidad de Chile y La Gran Logia de Chile comparten una historia que nos vincula a los inicios de la República y nos invita a seguir trabajando juntos por un Chile impregnado por los principios de libertad, igualdad y fraternidad. Ambas instituciones coinciden en su genuino propósito por contribuir al desarrollo de la educación pública y la voluntad de aportar al progreso de nuestra República, siempre aspirando a un objetivo mayor de orden Universal”.

“La educación pública, laica y diversa, necesita seguir profundizándose a través de un apoyo decidido del Estado. Y así lo ha expresado la Gran Logia, en el libro ‘La Masonería Propone a Chile’. En un país que demanda más inclusión, la educación pública juega un rol fundamental, para contrarrestar las desigualdades y evitar la segregación. Esa preocupación se expresa, por cierto, en una mayor integración en igualdad de condiciones de la mujer en la vida pública. Por eso, celebro el acuerdo suscrito por la Gran Logia de Chile y con la Gran Logia Femenina de Chile hace ya unos años”, apuntó la académica.