Con Sami Boukhelifa, corresponsal de RFI en Jerusalén
Hamás, el grupo armado palestino en el poder en la Franja de Gaza, no ha reivindicado oficialmente la autoría de los tiroteos de anoche. Pero su mensaje es claro: los ataques israelíes no quedarán sin consecuencias.
Advertencia
Regularmente, tras operaciones militares israelíes en Cisjordania ocupada, o incursiones de la policía del Estado hebreo en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, el movimiento islamista palestino lanza salvas de cohetes contra ciudades israelíes. Como esta noche, suelen ser interceptados por la “Cúpula de Hierro”, el sistema antimisiles israelí. Pero se trata más de una advertencia de Hamás que de una verdadera declaración de guerra.
La Autoridad Palestina calificó la incursión en Cisjordania como una “masacre” y anunció que deja de cooperar en materia de seguridad con Israel.
No es un hecho aislado
Sin embargo, la violencia de las últimas 24 horas no es un hecho aislado. En los últimos doce meses, Israel ha incrementado sus incursiones en las zonas de Yenín y Naplusa, bastiones de los grupos armados palestinos en Cisjordania. El año 2022 ha sido el periodo más mortífero en Palestina desde hace casi veinte años. Y ya hay treinta muertos desde principios de 2023.
Según la ONU, no ha habido tantos muertos en una sola incursión israelí en Cisjordania desde que comenzó a hacer registros en 2005.
El Departamento de Estado norteamericano anunció el jueves que el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, viajará la semana que viene a Israel y Cisjordania para “reducir las tensiones” entre ambos bandos.