La NBA no solo es la mejor liga de básquetbol del mundo por la calidad de sus jugadores sino por las infinitas posibilidades que ofrece para que los equipos se puedan reestructurar y de esa forma cambiar todo el panorama para que la competencia se vuelva más igualada e impredecible.
Este jueves finaliza el plazo para que las franquicias puedan realizar intercambios de jugadores y los movimientos de piezas han sido más sorprendentes de lo que se creía, con equipos que apuntan derechamente a una reestructuración y superestrellas que buscarán en otros destinos la posibilidad de alcanzar el ansiado anillo de campeón.
Los movimientos más llamativos los protagonizaron dos franquicias que esta temporada no han tenido los resultados que esperaban. Los Angeles Lakers por fin pudo deshacerse del base Russell Westbrook, jugador que nunca pudo acoplarse al estilo de juego de los californianos y que además representaba un alto salario para la franquicia.
Westbrook se fue traspasado a los Utah Jazz junto al escolta Juan Toscano, Damian Jones y una elección de primera ronda del Draft 2027. Por su parte el equipo de Salt Lake City entregó al base Mike Conley, al escolta Nickeil Alexander-Walker y otras selecciones del draft a los Minnesota Timberwolves.
Finalmente los “Lobos” ceden a los Lakers al base D’Angelo Russell, al escolta Malik Beasley y al forward Jarred Vanderbilt. Con este movimiento, el equipo de Lebron tratará de meterse en los puestos de playoffs en lo que queda de temporada.
Pero el movimiento más sorpresivo vino de la mano de los Brooklyn Nets que finalmente optan por dejar partir a su máxima estrella Kevin Durant e iniciar un proceso de reestructuración de la franquicia luego que hace unos días viera partir a su otra gran estrella Kyrie Irving rumbo a Dallas.
De esta forma Durant se suma a un equipo que se postula como firme candidato al anillo dado que reunirá al ex jugador de los Nets con nombres como Devin Booker, Chris Paul y Deandre Ayton. Un equipo de temer.