En Europa, España está considerada como un país a la vanguardia de los derechos de la mujer. El permiso menstrual no hará sino reforzar esta imagen. El Congreso de los diputados español aprobó definitivamente este jueves un proyecto de ley que contempla una “baja menstrual” para las mujeres que sufren menstruaciones dolorosas, una primicia en Europa. Es un “día histórico para los avances feministas”, ha dicho la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Pero otros países llevan mucho tiempo marcando el paso. En Asia, Japón, desde 1947, e Indonesia, desde 2003, han concedido a las mujeres este derecho. Pero también Filipinas, Corea del Sur, Taiwán y, en África, Zambia. Aunque Japón consagró por ley la baja menstrual muy pronto, hay un gran inconveniente: sólo un tercio de las empresas ofrecen pagar estos días libres. Como consecuencia, sólo el 0,9% de las empleadas japonesas con derecho a ello lo aprovechan.
Lo mismo ocurre en Corea del Sur: una mujer que sufra dolores menstruales no cobrará el día que se ausente. En Taiwán, la baja menstrual se reembolsa, pero sólo como media jornada trabajada.
Las mujeres indonesias están mejor con un permiso retribuido de hasta dos días al mes. Sin embargo, en la práctica, muchas empresas optan por ignorar esta ley, que data de 2003.
Zambia es el país más favorable a la mujer del mundo: desde 2015, el país concede a las mujeres un día al mes, sin preaviso ni certificado médico. Un día bautizado como “Día de la Madre”.
Al margen de las iniciativas de los países, varias empresas en todo el mundo ofrecen a sus empleadas la posibilidad de días de “licencia menstrual”.
Por ejemplo, el fondo de pensiones australiano Future Super, la empresa de reparto india Zomato o el fabricante francés de muebles Louis Design ofrecen seis, diez o 12 días adicionales de vacaciones pagadas al año a sus empleadas con reglas dolorosas.