En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el economista, ex titular de Energía y otrora director de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), Andrés Rebolledo, abordó las críticas que ha concitado el Tratado Integral y Progresista de Asociación transpacífico con su puesta en vigencia para Chile.
En lo relativo a los cuestionamientos que se han dirigido hacia el mecanismo de controversia entre inversionistas y Estados, la otrora autoridad adujo que la norma que plantea el TPP “es igual e incluso mejor desde la perspectiva de los intereses de la política pública, que los acuerdos que se tenían previamente”.
Por tanto, la crítica podría aplicarse “a todos los otros acuerdos que Chile ha firmado durante más de 20 años”, afirmó, aduciendo que “no es el TPP el que agrega algo distinto a los anteriores, de forma tal que sea éste el acuerdo que vaya a poner un candado a la política de desarrollo del país”.
Más relevante que ello, Rebolledo señaló que el TPP “es un instrumento, por lo tanto, uno puede implementarlo de acuerdo a sus propios intereses y aprovecharlo de igual manera según las propias políticas que los países, y en este caso Chile, haga”.
“No hay nada en el texto del TPP que impida hacer las políticas que nosotros como país de manera soberana nos parezca, por ejemplo, en el marco regulatorio que necesitamos para la salud pública, combatir el cambio climático, los temas asociados a la economía digital, que son temas todos bien fundamentales para el desarrollo económico y por lo tanto, respecto a esa crítica, me parece que es asignarle al TPP una preponderancia respecto a decisiones que son políticas internas que va más allá de las normas que están ahí comprometidas”.
En esa línea, añadió que “efectivamente éste en un acuerdo que nos vincula con un conjunto de países que son mercados importantes para Chile, con muchos de los cuales nosotros tenemos un flujo exportador bien relevante, fundamentalmente en el ámbito agroindustrial. Con todos esos países de hecho, es verdad que tenemos acuerdos comerciales previos, pero en muchos casos, productos que no quedaron en esos acuerdos previos o quedaron de manera reducida en términos de su apertura en eso mercados, en el TPP se mejoraron”.
Apuntando a los réditos que general traería el TPP, Rebolledo reconoció que “uno podría esperar un beneficio importante para el sector exportador y eso es probablemente una de las esencias de estos acuerdos comerciales en general. Son ellos los que se benefician efectivamente de estos acuerdos”.
No obstante, acotó que “eso no quiere decir que la ciudadanía no se beneficia. Obviamente que en la medida que tú tengas un impacto positivo en los sectores productivos, que además puedas exportar más, eso debiera tener algún efecto no solo en producción, sino que en el empleo. Por cierto eso es un impacto positivo en las personas”.
En otra arista, el ex Direcon abordó los reclamos dirigidos hacia los compromisos en materia de servicios y propiedad intelectual que abarca el TPP.
“Estos acuerdos comerciales hace dos décadas -y más diría yo- tienen una cobertura temática que va más allá del comercio de bienes propiamente tal e incorpora temas que son también muy importantes y relevantes y para los países exportadores como los asuntos relacionados con el comercio de servicios o los asuntos sanitarios. O los temas asociados al medioambiente, a los temas laborales, a las compras públicas, a las inversiones, entre otros”.
“Al final, estos acuerdos de alguna manera regulan la relación económica con socios de países extranjeros y por lo tanto, desde esa perspectiva, la definición de lo que es supra-comercial es subjetiva porque todos estos temas que describo tienen que ver con las relaciones económicas internacionales e impactan la inversión y el comercio”, sostuvo.
Y añadió que “a mí parece que la cobertura de estos acuerdos en general tiene que ver y hace sentido cuando uno se vincula comercial y económicamente con otro país, y por lo tanto necesariamente no los definiría como por fuera de los temas comerciales”.
Sin perjuicio de ello, Rebolledo acotó que “quizás en ese punto una excepción desde mi punto de vista, en que suele ser un tema siempre complejo en la negociación, son los temas de propiedad intelectual y ahí me parece que efectivamente ha habido en general negociaciones complejas, sensibles, en este caso en particular”.
“Fue muy difícil de negociar en ese aspecto al comienzo pero cuando sale Estados Unidos, todas las normas que a nosotros nos complicaban salieron y por lo tanto no hubo que asumir ningún compromiso distinto a los que ya tenían los acuerdos”, agregó, relevando que “la cobertura temática del TPP es la misma que Chile viene negociando hace 25 años atrás, no hay en este acuerdo una amplitud más allá de temas asociados al comercio digital -que ahora son más importantes que hace 25 años- pero todo el resto de los temas son básicamente basados en el mismo índice y cobertura temática que los acuerdos que Chile viene negociando”.
Desafíos
En cuanto a las acciones que debe emprender el Gobierno con la aplicación del TPP, Rebolledo apuntó a la necesidad de desplegar una efectiva difusión del acuerdo para efectos de despejar los puntos polémicos.
“Ahí hay explicaciones importantes que dar, como por ejemplo que varias críticas a este acuerdo tienen que ver con normas que sí estuvieron durante el proceso de negociación porque algunos países los propusieron, pero no quedaron en el texto, ya sea porque la ecuación y el equilibrio negociador entre los que estábamos ahí no fue posible o porque cuando Estados Unidos se va, estas normas salen. Por lo tanto, lo primero es aclarar y hacer un esfuerzo importante para despejar esas dudas y sobre todo basándose en los textos, que es lo objetivo”.
En segundo término, consideró necesario hacer una difusión de las oportunidades comerciales que plantea el tratado, “fundamentalmente de los productos que se abren estos mercados, para productos de exportación de Chile, y en ese punto en particular, creo que hay que hacer un esfuerzo importante en regiones porque una parte importante de la oferta exportable en Chile está ahí. Entonces, hay que dar a conocer también esos resultados y esas oportunidades nuevas que se abren”.