Una noche con canciones que transportaron al público a una “cantina” junto al maestro Joaquín Sabina. Entre aplausos, risas, ovaciones de pie y más de un par de lágrimas es cómo se vivió el concierto del cantautor español en el Movistar Arena en su gira “Contra todo pronóstico”.
El compositor con más de 50 años de trayectoria musical abrió el show con uno de sus destacados clásicos de los años 80’. Los espectadores no dudaron en recibir de pie y con un gran aplauso a Joaquín Sabina y su banda al empezar el encuentro con Cuando era más joven, un éxito que data de 1985 y aún sigue sumando visualizaciones en las plataformas digitales.
Sabina siguió conectando con sus espectadores con Sintiéndolo mucho, Lo niego todo, Mentiras Piadosas y Lágrimas de Mármol. Para luego resaltar que su lazo con Chile ha existido desde joven, desde el primer curso de la universidad cuando le pasaron los libros de Pablo Neruda y conoció la música de Violeta Parra. Recordó su visita al Estadio Nacional con el gran Pablo Milanés luego del fin de la dictadura militar y comentó que sintió una “enorme emoción” al estar presente en el país en ese contexto.
Además, aprovechó que esta gran noche se enmarcó en el Día Internacional de la Mujer para exponer que hace unos años conoció a “dos chicas”, que seguramente no estarían en el público pero sí “manifestándose como corresponde”.
“En ese entonces eran unas militantes muy jóvenes, encantadoras. Les quiero dedicar esta canción a la Camila y la Karol”, dijo el cantautor, en referencia a la ministra secretaria general de Gobierno, Camila Vallejo y a la diputada del PC, Karol Cariola.
De esa manera, interpretó Violetas para Violeta mientras imágenes de la fallecida cantautora nacional fueron proyectadas en el escenario. Así, los versos “Volaron desde Chicago unos gringos con corbata” y “Pregúntale a los milicos qué hicieron en La Moneda”, recibieron las pifias del público.
La noche estuvo marcada no solo por el carisma y conexión que el músico tuvo en todo momento con las y los asistentes, sino que también por el grato ambiente que Sabina y su banda desplegaron en el escenario. El compositor se tomó varios minutos para presentar a quienes lo acompañaron tema tras tema, pero quien destacó en una agrupación llena de talento fue la vocalista Mara Barros. En más de una ocasión, mientras el cantautor descansaba entre canciones, la corista se apropió del escenario con una elegancia inconmensurable y con una demostración de su manejo vocal impresionante, digna de su propio espectáculo.
Llueve sobre mojado, Tan joven y tan viejo y Una canción para Magdalena fueron las elegidas para continuar la velada. Cuando le llegó su turno a 19 días y 500 noches, el Movistar Arena se estremeció una vez que Sabina interpretó los primeros acordes con su guitarra.
El español salió por primera vez al escenario alrededor de las 21:30 y a las 23:15 se despidió del público junto a su agrupación, recibiendo la ovación de todas y todos los presentes. Sin embargo, al esconderse de la vista de los asistentes la multitud pidió más.
Joaquín Sabina y su banda complacieron al Movistar Arena no con una, sino con tres canciones adicionales. Entre ellas: Contigo, recibió un cambió de letra y el artista en vez de cantar “Yo no quiero París con aguacero, ni Venecia sin ti”, dijo “…Ni Santiago sin ti”. Noches de boda y Pastillas para no soñar, fueron las encargadas de cerrar la noche, así el cantautor y sus brillantes instrumentistas agradecieron nuevamente al público que los despidió con más de cinco minutos de aplausos.