Entre el 17 de marzo y el 18 de junio el Museo Artequin presentará “Frida Kahlo y Diego Rivera. Registros biográficos”, un espacio para conocer el mundo que vivieron y construyeron los reconocidos artistas mexicanos. La propuesta está impregnada de su legado cultural y posee una atmósfera que hace referencia a la Casa Azul (Coyoacán), lugar que fue testigo de momentos importantes en la vida personal, artística y política de esta célebre pareja. Además, fue un punto de encuentro y convivencia con grandes personalidades del arte como León Trotsky, Remedios Varo, André Bretón y Henry Moore.
En conversación con el programa Semáforo, la directora ejecutiva del Museo Artequin, Yennyferth Becerra, sostuvo que la exhibición busca principalmente evidenciar la relevancia del trabajo de Frida Kahlo y Diego Rivera en el escenario cultural latinoamericano, así como “aterrizar el porqué estos personajes son tan nombrados, por qué se habla tanto de su obra y por qué se habla tanto de su romance”.
“Es interesante saber de dónde viene todo eso y las fotografías, que son un registro de ellos, de amigos y de sus padres, van hablándonos. Preparamos una curatoría donde aparecen obras de Frida y de Diego intercaladas con estas fotografías, mientras van hablándonos, armándonos estos contextos y presentándonos la biografía de otra manera“, explicó Becerra.
La director ejecutiva del Museo Artequin señaló que la exposición revela la realidad del amor entre los artistas, el cual ha sido idealizado a través del tiempo. “Se desmitifica esta cosa como del amor ideal. A través de sus obras y las fotografías se van encontrando estos devenires, como el encuentro con la política y el mundo rural que ellos defendían tanto, con todo lo que tiene que ver el proletariado con la lucha obrera”, dijo.
Igualmente, afirmó que la línea artística de Kahlo se relaciona con lo personal, con el autorretrato y lo íntimo. Mientras que Rivera se expresó de manera muy distinta, posicionándose como uno de los exponentes más importantes del muralismo en América Latina, junto a David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.
Becerra expuso que la pareja dejó todo su trabajo e inclusive sus casas como patrimonio cultural del pueblo mexicano, por lo que traer esta exposición a Chile significó el fortalecimiento de la alianza entre el Museo Artequin y la Embajada de México.
“Los museos de Frida y Diego tienen los derechos sobre las fotografías, que son unas fotos que se encontraron posterior a sus muertes. Había varios espacios que Frida estipuló que Diego no los pudiera abrir hasta una cantidad de meses de haber muerto ella, así descubren esta caja donde hay muchos registros fotográficos de su papá, Guillermo Kahlo y de amigos”, detalló.
En tanto, la también artista visual planteó que hay una serie de obras reconocidas mundialmente de ambos artistas que adquirieron otros significados una vez que se adentraron en sus biografías y la exhibición empezó a tomar forma. “El emblemático cuadro de la sandias que dice ‘VIVA LA VIDA’ es uno de los últimos cuadros que ella (Frida Kahlo) estaba pintando antes de morir. Cuando siente que va dejando la vida, lo último que hace es escribir ‘VIVA LA VIDA’ sobre el cuadro que ya tenía pintado”, afirmó.
Asimismo, la directora ejecutiva del Museo Artequin destacó que la exhibición contempla fotografías del funeral de ambos, en las que se ve a todo el pueblo mexicano despidiéndolos. Cada uno fue velado en el Museo Nacional de Bellas Artes de México y sus funerales fueron totalmente abiertos. De esa manera, la parte final de la obra busca honrar el significado que le dan a la muerte en el país centroamericano, por lo que niños y niñas podrán dejar mensajes positivos en el cuadro final de la muestra.