La maternidad es descrita como un etapa mágica y hermosa para las mujeres, incluso aún es considerada en algunos espacios como su “objetivo” en la vida, ¿pero es así para todas? En el Día Mundial de la Salud Mental Materna Radio y Diario Universidad de Chile conversó con especialistas en la materia, para desmitificar ciertas creencias en torno a este extenso, y a veces muy doloroso, proceso que viven las personas gestantes.
La psicóloga clínica perinatal y encargada del Programa Salud Mental Materna de la Fundación Procultura, Paulina Sánchez, afirmó que las dificultades presentadas en la maternidad siguen siendo relegadas a las mujeres, cuando en realidad es un problema de la sociedad en su conjunto.
De acuerdo a la experta, “la maternidad se vive con mucha soledad, lo que aumenta la angustia y las dificultades en la salud mental”, siendo el contexto urbano un entorno que asevera esa sensación de aislamiento, mientras que en los sectores rurales se invisibiliza aún más. De esa manera, tanto Sánchez como Raiyen Rozzi, socióloga que también forma parte del mencionado programa, aseguran que la salud mental materna -y en general- “es un problema de la comunidad y no del sujeto por sí solo”.
En ese sentido, la matrona de Decido Informada, Macarena Moreno, expuso que en la mayoría de los hogares las tareas que implica la maternidad siguen siendo un mundo de mujeres. “Hoy existe mucha presión por ser una mamá perfecta, por cumplir la mejor crianza y desarrollar la mejor versión de lo hijos, dejando muchas veces de lado el desarrollo personal o profesional, e incluso la propia salud de las mamás”, expuso.
Moreno señaló que los cambios personales y psíquicos que implica la maternidad en muchos casos pueden producir gratitud, mientras que otras veces puede no ser agradable. “Lo importante es darse cuenta que no existe una mamá perfecta“, aseveró.
Del mismo modo, la expresidenta del Colegio de Matronas, Anita Román, destacó “que cuando una mujer esta desarrollando a un ser humano los factores psicosociales son tan importantes como los fisiológicos”.
Román planteó que “siempre se piensa que la mujer se embaraza y empieza a desarrollar esa nueva vida, pero nunca se toma en cuenta que hay muchos factores de cambio: aumento de peso y cambios en toda la estructura anatómica de la madre, hay un desplazamiento de los pulmones hacia arriba, el corazón y otros cambios físicos que van ocurriendo durante lo diferentes meses de la gestación”.
Responsabilidades del Estado y la maternidad elegida
La integrante de la Red Chilena de Salud Mental Perinatal, Paulina Sánchez, indicó que la salud mental materna es un privilegio en el país, puesto que la disponibilidad de profesionales en esta área suelen pertenecer al sector privado y por ende la atención significa un alto costo.
Además, la experta mencionó que muchas mujeres desconocen que existe este tipo de cuidados en salud mental y especialmente ignorado en los sectores rurales. Por tanto, no piden ayuda.
La presidenta de la Federación Nacional de Colegios Profesionales de Chile, Anita Román, reconoció que falta mucho por avanzar para que la sociedad entienda que el embarazo y la maternidad “son un proceso que tiene que ser respetado en lo que significa”.
“Significa que hay una persona que sufre miles de cambios fisiológicos, miles de cambios en su cuerpo que le significan no solo dolor, sino que también cambios estructurales y psicosociales que en el fondo la dejan con una vida anterior y una vida posterior”, planteó.
La matrona con más de 30 años de trayectoria en su profesión, afirmó que el país ha incorporado paulatinamente políticas públicas que dan cuenta de ciertos avances en esta materia. Por ejemplo: actualmente al momento del parto la persona gestante puede ingresar al quirófano o a la sala de parto con un “acompañante significativo”, mientras que antes este era solo un privilegio para quien tuviera los medios económicos para pagar por ese derecho.
Sin embargo, todas las especialistas consultadas concordaron que existe una deuda en términos de políticas públicas respecto a lo que le ocurre a una mujer, durante y post parto. “Una política pública abordaría todas las necesidades (de la persona gestante) y facilitaría el acceso a tratamiento que permitiría vivir gestaciones, partos, puerperios y toda la crianza temprana de manera apoyada”, dijo la integrante de la Red Chilena de Salud Mental Perinatal, Paulina Sánchez.
Sánchez mencionó que distintos estudios evidencian que aquellos apoyos generan mayores beneficios para el recién nacido, porque “cuando la madre está bien, el bebé está bien”. Así, la experta dio cuenta de la relevancia de la maternidad elegida y destacó “que cuando las maternidades no son deseadas son mayores las dificultades para maternar”.
“El placer y el disfrute que permite la ternura, e incluso la posibilidad de pedir ayuda, va de la mano del deseo a elegir. Por tanto, la autonomía y el derecho a decidir cuándo ser madre, que es parte de la lucha en los derechos sexuales y reproductivos, está estrechamente relacionado con la salud mental materna”, explicó.
Por otro lado, su compañera en la Fundación Procultura, Raiyen Rozzi, indicó que la educación sexual integral también “debe considerar la multiplicidad de formas de vivir” este proceso, para romper el esquema de que existe una sola forma de ser madre.