Este viernes la Delegación Presidencial de la Región Metropolitana decretó alerta ambiental por quinto día consecutivo, atendiendo a las adversas condiciones de ventilación en la cuenca de Santiago.
En ese contexto, el decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, Raúl Morales, conversó con nuestro medio y se refirió a los altos niveles de contaminación en el aire, sus causas y también las medidas de prevención que se pueden tomar.
En primer lugar, Morales aseguró que se trata de un fenómeno recurrente en el periodo que va desde el inicio del otoño al final del invierno, y que se explica, en parte, por las condiciones geográficas de la Región Metropolitana.
“Primero que todo, tenemos los cordones montañosos que rodean nuestro valle, que hacen que la ventilación siempre sea muy mala, particularmente en invierno, y la forma de ventilar el valle de manera natural, es cuando ingresan los frentes de mal tiempo desde la costa. Sin embargo, con el cambio climático, los frentes de mal tiempo han ido desapareciendo, cada vez son menos frecuentes, y por lo tanto, vamos a tener poca ventilación de la atmósfera contaminada en la ciudad de Santiago”, explicó.
Consultado respecto a los efectos que tienen esos altos niveles de contaminación en las personas, Morales afirmó que los gases que vienen del tránsito vehicular, generan un daño importante en las vías sanguíneas.
“Lo negativo de todo esto es que nosotros los respiramos, y al respirarlos, generamos procesos oxidativos, que dañan nuestro tejido celular y nuestras vías sanguíneas, como arterias, como venas. Luego, ese proceso oxidativo viene a ser causante de una serie de enfermedades crónicas, no transmisibles, y que van alterando el tejido biológico. Eso es lo que llamamos el estrés oxidativo”, dijo.
En cuanto a las medidas que puede tomar el Gobierno para mejorar la situación, Morales manifestó que hay que seguir con el plan de descontaminación que ya lleva varios años. A su juicio, nos enfrentamos a un problema que no se va a resolver, y que solo tiene una salida con el desarrollo de energías limpias.
“Las tecnologías de futuro y algunas que ya se están aproximando rápidamente como la electro movilidad, obviamente va a ser un aporte sustancial a la contaminación, porque al tener vehículos que funcionen con electricidad, a batería, vamos a evitar la emisión de gases a la atmósfera, que son contaminantes”, señaló.
“Entonces, tenemos que esperar a que se genere el cambio de nuestra matriz de energía a nivel nacional. Se debe ir pasando de agentes contaminantes, como el carbón, el petróleo, y el gas natural, a las energías sustentables como la energía solar, la eólica, el almacenamiento de energía a través de hidrógeno verde, y el almacenamiento a través de baterías. Ahí, probablemente, Santiago va a tener una mayor calidad de vida en lo referido a la contaminación atmosférica”, indicó.
En el intertanto, el decano de la Facultad de Ciencias sugiere una dieta rica en alimentos antioxidantes: “Para combatir este estrés oxidativo, la recomendación es saturarse con alimentos que sean antioxidantes, de modo que las partículas oxidantes, se encuentren en nuestro organismo con partículas antioxidantes, se neutralicen, y por lo tanto, se evite el deterioro celular”.
“Resultan muy importantes las partículas antioxidantes provenientes de la vitamina C y artículos coloreados como frutas y verduras. Esas son las que nos ayudan a protegernos en una atmósfera altamente oxidante como la de Santiago”, concluyó.