Intensos ataques de artillería contra el paso fronterizo de Kozinka y una serie de objetivos civiles del distrito provincial de Gráivoron precedieron a las incursiones del lunes, que dejaron un muerto, heridos de diversa consideración y daños materiales, afectando a viviendas, un jardín infantil y un edificio administrativo. El informe del ministerio de Defensa ruso, entregado por su vocero, Ígor Konashénkov en su diario reporte sobre la marcha de la guerra, agregó que también fueron destruidos cuatro blindados y cinco camionetas en las que los saboteadores rusos pro-Ucrania se movilizaban para penetrar en territorio ruso.
Según el vocero, en la operación militar antiterrorista participaron las unidades que protegen las fronteras del Distrito Militar Occidental, la artillería y la aviación rusas. “Han sido liquidados más de setenta terroristas”, agregó Konashénkov. “Las formaciones nacionalistas fueron bloqueadas y derrotadas con ataques aéreos, fuego de artillería y acciones activas de las unidades del Distrito Militar Occidental que cubrían la frontera estatal”, comunicó el vocero del organismo militar.
Por su parte, el gobernador de Belgorod, Viacheslav Gladkov, denunció que se trataba de saboteadores de las Fuerzas Armadas de Ucrania, pero un representante del Directorio de Inteligencia Militar de Ucrania aclaró desde Kiev que detrás de esos ataques estaban en realidad dos grupos de ciudadanos rusos que combaten del lado de Kiev: el Cuerpo de Voluntarios Rusos y la Legión Libertad para Rusia, quienes el mismo lunes se atribuyeron la responsabilidad del ataque.
Asimismo, se tomó la decisión de evacuar urgentemente a la población civil de nueve pueblos de la región de Bélgorod hacia el interior del territorio ruso para así evitar más víctimas fatales, pues hasta ahora los ataques mencionados habían causado sólo un fallecido, una docena de heridos de diversa consideración que se encuentran hospitalizados y están recibiendo los cuidados necesarios, así como la destrucción de 29 casas en esa región limítrofe. Se suma a lo anterior que actualmente no hay electricidad en 14 localidades de la provincia tras el ataque de los saboteadores a una caseta fronteriza en Gráivoron. De todas formas, continúan los patrullajes y la operación antiterrorista del ejército ruso en esa provincia tras la incursión de los saboteadores provenientes del país vecino.
No obstante, el tema causa seria inquietud en Moscù. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, admitió este martes su “profunda preocupación” por la incursión de saboteadores y aseguró que, también por esa razòn, debe continuar la campaña militar en Ucrania. Peskov agregó que Bélgorod fue víctima de unos 40 ataques con drones, artillería y fuego de mortero en las últimas 24 horas, una acción que gracias a información de la propia la Inteligencia rusa, Moscú -reiterò- atribuye a dos grupos de saboteadores rusos anti-Kremlin y pro-Ucrania,
“Sabemos perfectamente que el objetivo de semejantes actos consiste en distraer la atención de la dirección de operaciones de Artiómovsk (Bajmut) y minimizar el efecto político de la pérdida de esa ciudad por parte de Ucrania”, aseveró Peskov. De igual forma, comunicó que el Ministerio de Defensa, el Servicio Federal de Seguridad (FSB por su sigla en inglés) y el Servicio de Fronteras habían informado al presidente ruso, Vladímir Putin, sobre el intento de los saboteadores ucranianos de irrumpir en la región de Bélgorod.
Las dos últimas rondas presenciales de negociaciones para lograr un acuerdo que pusiera fin a las hostilidades entre Moscú y Kiev se entablaron, a puertas cerradas, los días 28 y 29 de marzo pasado en la ciudad turca de Estambul y, desde entonces, los dos países no han vuelto a retomarlas.