En medio de los esfuerzos por lograr una paz duradera en Europa oriental, en la península de los Balcanes, otro conflicto permanece latente. La misión de la OTAN en Kosovo, la KFOR, debió intervenir para contener las violentas protestas de los serbios del norte de Kosovo, que se niegan a aceptar la autoridad de los alcaldes de cuatro municipios donde ellos son mayoría, y que han dejado al menos 50 manifestantes y 25 soldados heridos. De hecho, la fuerza internacional de la OTAN asentada allí informó que 25 de sus soldados, específicamente tropas húngaras e italianas, resultaron heridos con fracturas, contusiones y quemaduras provocadas por artefactos incendiarios.
Los serbios empezaron a enfrentarse con la policía por la mañana en el municipio de Zvecan, 45 kilómetros al norte de la capital, Pristina, donde se han registrado los choques más violentos. Por la tarde, los soldados de la KFOR pidieron a los serbios que despejaran el camino a dos vehículos de las fuerzas especiales de policía kosovares. A continuación, los soldados utilizaron gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento para proteger a los agentes kosovares de los vehículos y dispersar a los manifestantes. Los serbios congregados respondieron lanzando piedras y otros objetos contundentes.
Cientos de serbios se habían congregado para exigir la retirada de los Ayuntamientos de nuevos alcaldes, de la mayoría albanesa, y, asimismo, exigen la retirada de la policía especial kosovar, que el pasado viernes ya había recurrido a gases lacrimógenos para romper el bloqueo de los serbios que impedían la entrada de los alcaldes a los Ayuntamientos de las localidades.
Como consecuencia del grado de violencia que han alcanzado estos enfrentamientos, más de medio centenar de personas debieron ser atendidas de urgencia en el American Hospital Pristina de Kosovo, aquejados de serias dolencias respiratorias por aspiración del humo de gran cantidad de las bombas lacrimógenas empleadas, o por hipoacusia temporal como consecuencia de las bombas de ruido que emplearon las fuerzas de la OTAN para dispersar a los revoltosos. Por su lado, en el Centro Clínico de Mitrovica, debió ser internada una persona que sufrió graves heridas de bala cuyo estado era de riesgo vital; pero también allí debieron atender a muchas otras personas afectadas por contusiones, incluso tres de ellas fueron hospitalizadas, según informó el director de ese recinto, el doctor Zlatan Elek.
El foco del conflicto tiene su origen en el hecho de que los serbios son, efectivamente, mayoría en esos municipios del norte, pero son minoría en Kosovo, y por ello no reconocen la autoridad de los alcaldes que pertenecen a la mayoría albanesa del país. Los ediles fueron elegidos el pasado mes de abril en unas elecciones que los serbios boicotearon a través de una prolongada campaña exitosa, porque finalmente su participación en dichos comicios apenas superó el 3 %.
Tanto el gobierno de Estados Unidos como la Unión Europea han condenado en las últimas horas los ataques de las tropas internacionales, mientras la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, expresó este martes su “más enérgica condena el ataque”. “No toleraremos nuevos ataques contra la KFOR. Es esencial que se eviten nuevas acciones unilaterales por parte de las autoridades kosovares y que todas las partes den inmediatamente un paso atrás para reducir las tensiones”, añadió en un comunicado. El ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, informó que entre los heridos en los disturbios en Kosovo hay 11 militares italianos, tres de gravedad, aunque su vida no corre peligro, anunció en redes sociales.
En tanto, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, pidió a los serbios de Kosovo que se manifiesten de forma pacífica y que “no entren en conflictos con la OTAN”, aunque no se abstuvo de acusar al primer ministro de Kosovo, Albin Kurti de provocar los incidentes, al haber usado a fuerzas de la policía especial para forzar hace el viernes 26 la entrada de los alcaldes a los Ayuntamientos, que, como se ha dicho, estaban bloqueados por manifestantes serbios. De hecho, Estados Unidos incluso ha propuesto que los alcaldes ejerzan sus funciones desde otros edificios para contribuir a calmar la situación. Por ahora reina una calma tensa y según medios locales, los blindados de la Policía especial kosovar se han desplegado en la zona. También están cerca vehículos de la misión europea EULEX y más refuerzos de la fuerza KFOR de la OTAN que han sido aerotransportados a la zona.