Oslo es sede este 5 y 6 de junio de una conferencia sobre la protección de la infancia en conflictos armados organizada por el gobierno noruego, UNICEF, Save the Children y el CICR, y en asociación con OCHA, la Unión Africana, la Oficina del SRSG para Niños y Conflictos Armados (O-SRSG CAAC) y la Alianza para la Protección de la Infancia en la Acción Humanitaria.
“Los niños son particularmente vulnerables a la violencia y el abuso en situaciones de guerra y conflicto. Esta es una de las preocupaciones políticas y humanitarias más apremiantes en la actualidad y, sin embargo, sigue siendo una de las más desatendidas”, dijo la ministra de Relaciones Exteriores, Anniken Huitfeldt.
“Cualquier guerra es, en última instancia, una guerra contra los niños”, dijo la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “La exposición al conflicto tiene efectos catastróficos que trastornan la vida de los niños”.
Desde 2005 u hasta 2022, UNICEF verificó más de 300 violaciones graves contra la infancia en zonas de conflicto y guerra que incluyen:
Más de 120.000 niños asesinados o mutilados.
Al menos 105.000 niños reclutados o utilizados por fuerzas armadas o grupos armados.
Más de 32.500 niños secuestrados.
Más de 16.000 niños víctimas de violencia sexual.
Naciones Unidas también ha documentado más de 16.000 ataques a escuelas y hospitales, y más de 22.000 casos de denegación de ayuda humanitaria a niños.
Teniendo en cuenta solo los casos que pudieron verificarse, el número real probablemente sea mucho mayor.
Además, millones de otros niños han sido desplazados de sus hogares y comunidades, han perdido amigos o familiares o han sido separados de sus padres o cuidadores.
UNICEF insta a los gobiernos a asumir nuevos compromisos ambiciosos para:
Respetar e implementar las leyes y normas internacionales ya vigentes para proteger a los niños en tiempos de guerra, lo que incluye: mantener las escuelas, los hospitales y otros lugares protegidos, como las instalaciones de agua y saneamiento, contra ataques; poner fin al reclutamiento y uso de niños por parte de grupos y fuerzas armadas; poner fin al uso de armas explosivas en zonas pobladas.
Hacer que los perpetradores de violaciones de los derechos del niño rindan cuentas.
Aumentar los recursos esenciales para financiar la protección de los niños en los conflictos, en un volumen y ritmo acordes con las necesidades crecientes. Esto debería cubrir tanto las inversiones en la respuesta humanitaria como en la fuerza laboral nacional de protección infantil.
UNICEF también hace un llamado a los actores humanitarios para que inviertan en políticas que coloquen a los niños y su protección en el centro de la acción humanitaria en situaciones de conflicto armado a la altura de los desafíos que enfrentamos”, dijo Catherine Russell. “Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar a todos los niños necesitados, especialmente a los más vulnerables. Los servicios de protección infantil deben basarse en los sistemas y estructuras comunitarios existentes y apoyar los derechos, la participación y el interés superior de los niños. Los programas y la promoción en estos contextos siempre deben colocar a los niños y su protección en el centro de la acción humanitaria”.
Un nuevo análisis de Humanitarian Funding Forecasting, encargado por UNICEF, Save the Children, Alliance for Child Protection in Humanitarian Action y Global Child Protection Area of Responsibility, encuentra que para 2024, el sector de protección infantil necesitará 1050 millones de dólares y $1.37 mil millones para 2026, para satisfacer las necesidades de protección de los niños en los conflictos armados. Estos incluyen servicios esenciales como la reunificación familiar, el apoyo a la salud mental y la prevención del reclutamiento en grupos armados.