Alberto van Klaveren: “Los cuestionamientos que hemos realizado surgen del indebido proceso de ejecución de una idea”

El canciller informó en la comisión de RREE del Senado que no se suscribió ningún proyecto ni tampoco se produjo transferencia de fondos. Además, señaló que ya existe un sumario contra Susana Herrera por el complejo clima laboral en la embajada.

El canciller informó en la comisión de RREE del Senado que no se suscribió ningún proyecto ni tampoco se produjo transferencia de fondos. Además, señaló que ya existe un sumario contra Susana Herrera por el complejo clima laboral en la embajada.

Al proyecto personal de la exembajadora de Chile ante Reino Unido, Susana Herrera, denominado Living Lab Biobío, se sumaron los problemas laborales en la embajada en Londres lo que motivó un sumario administrativo. Así lo informó este martes el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren, sobre los principales cuestionamientos que llevaron a la renuncia de la diplomática.

El canciller expuso este martes en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado donde explicó el origen del proyecto de Herrera que buscaba de la Gobernación del Biobío el financiamiento de un proyecto de 5 millones de dólares para construir un mercado de madera en la comuna de Santa Juana, iniciativa que incluiría la colaboración con Circular Bioeconomy Alliance (CBA), fundación del rey Carlos III y el estudio de arquitectura Zaha Hadid.

Van Klaveren indicó que “se entregó información extremadamente general sin precisar exactamente el papel que iba a cumplir la embajadora o la embajada en el proyecto, no existió tampoco una comunicación que solicitaba formalmente autorización para ejecutar la iniciativa”.

Nuestra Cancillería supo de la comunicación y de los alcances que estaba asumiendo el proyecto a través de una carta que fue suscrita por la embajadora y que fue dirigida al gobernador regional del Biobío una vez que esta misiva ya había sido enviada a la autoridad regional, habiendo sido simplemente notificados del hecho sin mediar una solicitud de autorización para llevar a cabo este acercamiento”, indicó.

El canciller afirmó que esta situación generó un análisis interno del tema “debido a lo inusual de la propuesta y el proyecto fue distribuido en diversas áreas de la Cancillería”.

En este sentido, afirmó que el ministerio no suscribió ningún proyecto en que estaba involucrada la exembajadora, ni tampoco se produjo transferencia de fondos relacionado con la iniciativa.

“Por parte de la Cancillería no se ha autorizado el desarrollo de este proyecto. Más aún, no se dio la oportunidad de autorizar este proyecto y tampoco se ha suscrito documento alguno y mucho menos aún se ha producido transferencia de fondos relacionados con esta inusual iniciativa”, indicó el ministro.

Agregó que “los cuestionamientos que hemos realizado frente a esta situación surgen del indebido proceso de ejecución de una idea que no contó con el conocimiento detallado, ni con la autorización de autoridad alguna del ministerio. Hoy más que en ningún otro momento, el estándar de precaución es mucho más alto, razón por la cual la exigencia de análisis y ponderación deben ser más elevados”.

Asimismo, afirmó que la Cancillería evalúa permanentemente la gestión de sus embajadas y embajadores y en el caso “de la embajadora Herrera, hay otros casos que han influido que es bastante central y que tiene que ver con el clima laboral”.

Van Klaveren precisó que “nuestra embajada en Londres tenía un clima laboral complejo que estaba siendo informado a nuestra sede y había llamado nuestra atención una serie de situaciones laborales que estaban presentes y que suscitaron el inicio de un sumario de carácter administrativo que no está concluido y hay otros elementos de gestión que también se toman en consideración en una decisión como la que acabo de informar”.





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