Ad portas de cumplirse 50 años desde el Golpe de Estado, el historiador y periodista español, Mario Amorós, se encuentra en Chile presentando la reedición de su libro “Allende. Biografía política, semblanza humana“. En su visita, aprovechó de referirse -previo al 11 de septiembre- a la figura del presidente de la Unidad Popular y el rol de la Democracia Cristiana.
En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el autor señaló que Allende “fue una personalidad política singular en la historia del siglo XX, socialista chileno, médico masón, consagró su vida tempranamente a la lucha política dentro del Partido Socialista, se preocupó desde los años 30′ de unir a la izquierda, primero en el Frente Popular, después en los años 40′ empezó a plantear que en Chile era posible que la izquierda unida ganara el gobierno y desde el año 51′ cuando lanza su primera candidatura presidencial fue el dirigente político que representó ante Chile la opción de la izquierda“.
“Y sobretodo fue el hombre que abrió las grandes alamedas el año 70′ con el triunfo de la Unidad Popular, como sabemos el 4 de septiembre es elegido por el Congreso pleno como Presidente de la República y a partir de entonces despliega un amplio programa de transformaciones que tuvo poderosos enemigos dentro y fuera de Chile que hicieron lo posible y lo imposible porque se produjera el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973”, aseguró Amorós.
Consultado si Allende tuvo un correcto diagnóstico de las fuerzas que tenía en contra a la hora de implementar la “vía chilena al socialismo”, el historiador señaló que “es posible que un mayor gradualismo en la aplicación del programa de la UP hubiera ayudado. Es posible también haber buscado un entendimiento con las compañías norteamericanas del cobre, por ejemplo, Fidel Castro que es tenido como un ‘radical peligroso’ recomendó al Presidente Allende, en octubre del año 70′, que llegara a un acuerdo. Había un dogmatismo, un principismo, en un sector importante de la izquierda chilena que hizo que eso no fuera posible”.
Sin embargo, agregó que “el Presidente Allende buscó un entendimiento con la democracia cristiana, buscó ese entendimiento para que el proceso de transición del socialismo fuera mucho más amable de lo que fue. Eso desde mi punto de vista no fue posible el año 72′, cuando hubo negociaciones muy importantes, principalmente porque la DC estaba dirigido por su sector más conservador y hostil al gobierno de Allende”.
También es cierto para el periodista que debemos situarnos en el contexto de la época, “era difícil que en la etapa de la guerra fría un gobierno como el de Allende pudiera haber seguido gobernando porque tenía enfrente a la potencia hegemónica, pero evidentemente un acuerdo con la democracia cristiana hubiera dificultado el golpe de Estado. Ese acuerdo no se dio desde mi punto de vista principalmente por responsabilidad de la democracia cristiana”.
En esa línea, Amorós detalló que “la DC a partir de junio del año 71′ se alía electoralmente con la derecha, apoya la acusación constitucional contra el ministro José Tohá en enero del 72′, apoya antes ‘la marcha de las cacerolas’, progresivamente se va situando por razón ideológica”.
“La democracia cristiana cree que Allende y la UP llevan una dictadura estalinista, esa es la visión dogmática de la DC. No supieron entender la vía chilena al socialismo, no supieron entender que una parte de ese programa de Allende coincidía con lo que ellos teóricamente decían“, aseguró.
El periodista recuerda que en mayo de 1971 hubo una reunión de la junta nacional de la DC en Cartagena donde se apuesta por “construir en Chile el socialismo comunitario, según ellos diferente al de la UP, pero defendían el socialismo, no el capitalismo. Se aliaron con la derecha oligárquica, aceptaron que Patria y Libertad participara en marchas de la oposición, por supuesto, sabemos que desde el año 62 recibían dólares de la CIA para financiar al partido”.
Para el historiador, cuando en 1973 Patricio Aylwin fue elegido como timonel de la DC se cerró definitivamente la posibilidad de acuerdo entre la DC y Allende.
“Aylwin va a La Moneda a finales de julio, se entrevista con Allende, pero lo que Aylwin pide antes de romper el diálogo -porque Allende no le acepta- es que entregue el mando político del gobierno a las Fuerzas Armadas, que él siga como Presidente pero que designe a oficiales de las Fuerzas Armadas en los puestos claves del gobierno”, afirmó Amorós.
Además, el periodista apuntó también que “es la DC la que promueve la declaración golpista de la Cámara de Diputados del 22 de agosto del año 73′ y no lo digo solo yo, lo dice también el historiador Joaquín Fermandois, que era la señal para los golpistas de las Fuerzas Armadas de que la democracia cristiana estaba en las tesis que decía que Allende buscaba la instalación de una dictadura“.
“Por tanto, la democracia cristiana tiene desde mi punto de vista una responsabilidad importante en el golpe de Estado, responsabilidad que jamás han asumido y sobre la que jamás han hecho una autocrítica”, concluyó.