Politólogo Ronal Fabián Rodríguez: “Los casos de inseguridad están atrincherado de nuevo a los colombianos en sus hogares”

El especialista analizó la delicada situación de orden público en Colombia cuando faltan dos meses para las elecciones regionales y el presidente Petro se encuentra en medio de varias polémicas.

El especialista analizó la delicada situación de orden público en Colombia cuando faltan dos meses para las elecciones regionales y el presidente Petro se encuentra en medio de varias polémicas.

RFI. En Colombia el Defensor del Pueblo ha denunciado que grupos armados amenazan con interferir los comicios de finales de octubre en una tercera parte del territorio. En 113 municipios la situación es de “riesgo extremo”, dijo también el Ombudsman. Naciones Unidas, por su parte, informó a mediados de agosto que Colombia había registrado 52 masacres en los primeros seis meses de 2023, un aumento del 11% frente al semestre anterior. El país vive una expansión territorial de grupos armados a pesar de las treguas pactadas con el gobierno, subrayó también la ONU. A esto se suma que el secuestro se ha disparado: un crecimiento de casi el 120%. ¿Qué piensa usted de esta situación al cabo de un poco más de un año del gobierno de Petro?

Todo empezó desde la llegada del presidente al poder, cuando tomó la decisión de llamar a calificar servicios a más de 50 generales de la República. Esto le quitó capacidad de acción a los estamentos de seguridad y particularmente al Ejército, el cual tenía una presencia territorial muy importante y una experiencia en esos espacios territoriales los cuales tienen, obviamente, su propia dinámica política.

Si bien algunos de esos militares eran personas que estaban siendo investigadas por casos de falsos positivos, no habían recibido ningún tipo de fallo condenatorio porque estaban en el marco de una investigación. De hecho, no todos los generales retirados estaban en ese circuito, pero, aun así, fueron retirados, fueron llamados a calificar servicios. Esto hizo que los mandos medios hayan tenido que asumir responsabilidades para las cuales todavía no habían terminado su ciclo de preparación.

RFI. ¿La inseguridad también afecta las ciudades?

Sí, los temas de seguridad se han visto seriamente complejizados en las ciudades. La seguridad ciudadana está desbordada, los casos de inseguridad están atrincherado nuevamente a los colombianos en sus hogares. Pero también y muy particularmente en los territorios donde el espacio de la negociación ha sido muy mal entendido. La negociación con los grupos al margen de la ley, como puede ser el ELN o las disidencias de las Farc, no ha sido abordado para incluir a la población y a los cuerpos de seguridad de forma concreta. De hecho, en este momento tenemos fuertes enfrentamientos entre organizaciones criminales, entre grupos guerrilleros, en varias zonas del país con saldo de fallecidos.

RFI. ¿Qué piensa del rol que ha desempeñado el ministro de Defensa, Iván Velázquez?

El gobierno Petro pareciera no estar orientando a los cuerpos de seguridad para llevar a cabo acciones. El ministro de Defensa tiene una relación muy difícil al interior de los cuerpos de seguridad. El cuerpo de generales retirados y oficiales de reserva está muy molesto con el presidente porque no confían en el mandatario. En diferentes momentos han llamado a movilizar a las personas de la reserva y a las personas retiradas del servicio para expresarse en contra del presidente. Esto daña el ambiente dentro de las Fuerzas Armadas. En la actualidad hay acusaciones sobre una menor operatividad de los militares y de un temor de los militares en llevar o emprender acciones, particularmente contra grupos como el ELN. Muchos de ellos temen que, si conducen esas operaciones, se exponen a recibir algún tipo de sanción o a ser mal vistos por el Gobierno. Se está generando demasiado ruido y esto repercute de forma negativa en la seguridad de los colombianos.

RFI. ¿Qué regiones se han visto particularmente afectadas?

Tenemos una situación muy mala, muy negativa, en Norte de Santander. Por eso es importante que el gobierno sea muchísimo más claro en su estrategia de seguridad, en paralelo al proceso de negociación.

RFI. ¿Se le está saliendo el país de las manos a Petro?

No, no, realmente no creo que el que el país se le esté saliendo de las manos al presidente. Creo que estamos en un momento de cambio donde hay transformaciones importantes. Lo que sí llama la atención es que Petro, siendo un presidente con experiencia legislativa, quizá el mandatario con mayor experiencia en el poder Legislativo, ahí donde tiene que tramitar las reformas, no haya logrado construir un proceso político para la identificación y la cimentación de consensos que le permitan a la sociedad colombiana ir haciendo sus arreglos estructurales. El presidente quiere empujar sus reformas, pero no lo hace a partir del consenso, sino de una confrontación abierta con los medios de comunicación, los gremios y gran parte de la institucionalidad del Estado colombiano.

RFI. En un poco más de un año de gobierno, Petro ha tenido más problemas por personas cercanas a él que por sus rivales. Hablamos no solamente de los escándalos y declaraciones de su hijo y su hermano, sino también de su equipo más extenso. Según un informe de un parlamentario de la oposición, el mandatario ordenó 51 movimientos en su gabinete. Ha nombrado a 96 personas en los ministerios y vice ministerios. Petro es el mandatario colombiano que más cambios de jefes de cartera ha hecho en su primer año en el poder. ¿Cómo explica usted esta inestabilidad?

Es realmente difícil de justificar. Yo diría que esto forma parte de la manera en que gobierna Gustavo Petro. Cuando estuvo al frente de la alcaldía de Bogotá su comportamiento fue muy similar. Las personas de su entorno, de su confianza, eran cambiadas con rapidez. No hubo ningún secretario que pasara todo el periodo con él. Petro es un líder bastante temperamental. No se ha preocupado por construir una fuerza política, un partido político con liderazgos, sino que es una figura en la cual, digamos, se concentra todo. De hecho, no hay, digámoslo así, un segundo de abordo, una segunda figura que uno pueda considerar que eventualmente podría llegar a darle continuidad a su proyecto político. Petro es una persona que se ha caracterizado por concentrar poder en su figura y eso está jugando hoy en contra de su forma de hacer gobierno. Uno esperaría que el pacto histórico se convirtiera en eso, en una fuerza política que pudiera trascender, pero por el momento no ha sido así.

RFI. Esta inestabilidad e improvisación, ¿ha tenido efectos en cuanto a ejecución del presupuesto, por ejemplo, en cuanto a gobernabilidad?  

Sin lugar a duda. De hecho, el propio presidente le dio un ultimátum a sus ministros de un mes para continuar con la dinámica de ejecución presupuestal porque, al corte del mes pasado, más del 60% del presupuesto nacional no se había ejecutado. Por esto responsabilizó a los ministros e incluso pidió las cabezas de los viceministros. En caso de que el ministro no cumpla, pues anunció unos recortes, unos cambios. Siendo un gobierno que prometía cambios y prometía transformaciones, esas transformaciones se han visto empantanadas por la misma capacidad ejecutiva, por la misma capacidad de materializar las promesas de gobierno sin que sea una dinámica de la oposición, sino precisamente por la misma inestabilidad de los ministros y por su baja capacidad en las carteras.

RFI. También hay reproches de los medios y de la oposición a los incumplimientos de Petro. En este primer año de mandato en casi un centenar de veces ha llegado tarde, no llega, no se sabe dónde está. Aunque no hay una sanción en la Constitución colombiana para este tipo de comportamiento, ¿qué efectos puede tener?

Petro es quizá el primer presidente que se caracteriza por no llegar a las reuniones. El presidente Duque llegaba a los eventos habitualmente tarde o salido de agenda, pero Petro en ocasiones no llega. Y la excusa de su ausencia muchas veces es comunicada posteriormente, cuando ya el evento se ha finalizado. En una entrevista Petro dio a entender que su agenda se la manejaban terceros y que muchas veces ellos no priorizaban en lo que realmente le interesaba a él. Pero más allá, digamos, de sus posibles intereses y las prioridades de su propia agenda, el hecho es que ha dejado plantados a los gremios, ha dejado plantados a los militares, ha dejado plantados a los diferentes poderes del Estado colombiano. Son sectores que no solamente están en el circuito político, sino en el circuito económico y en el de la seguridad. Y esto lamentablemente termina jugando en contra del propio Presidente y de su credibilidad. Lamentablemente el Presidente hasta el momento no ha dado una excusa concreta de por qué se ausenta tanto. Por ahora, se limita a declaraciones de su entorno familiar, pero no ha dado una verdadera respuesta y el pueblo colombiano tiene todo el derecho de saber.





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