Por cuatro votos a favor y cero en contra, la Comisión de Derechos Humanos del Senado le entregó su apoyo al abogado Anuar Quesille, para convertirse en el nuevo Defensor de la Niñez.
Se trata del tercer candidato ratificado por la instancia, ya que en dos oportunidades anteriores, las postulantes recomendadas no lograron los votos suficientes en el pleno del Senado. Ese fue el caso de la exsubsecretaria de la Niñez, Blanquita Honorato y de la exdirectora del Sename, Rosario Martínez.
Luego de la votación, el senador de Renovación Nacional y presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Francisco Chahuán anunció el nombre del candidato escogido y recordó que “esta propuesta requiere dos tercios de los votos de los senadores y senadoras. Estamos pidiendo que la sala del Senado ponga en tabla lo antes posible, para eso hemos hablado con el Presidente del Senado, para los efectos de tener prontamente un defensor o defensora de la niñez”.
Por su parte, el senador del Partido Socialista, Gastón Saavedra, expresó sus deseos de que con esto “se zanje la elección definitiva de quién va a conducir la Defensoría de la Niñez en el país”.
“Finalmente, se encontró un nombre que reunía los consensos de todos y con ello esto se resuelve, esperamos positivamente, la conducción y que con ello esta institución se preocupe del interés superior de los niños, niñas y adolescentes”, dijo Saavedra.
Anuar Quesille, es abogado de la Universidad Diego Portales y se ha desempeñado como investigador y docente en dicha casa de estudios. Sumado a ello, fue parte del Área Legal de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y oficial de Protección en UNICEF Chile, además de consultor en el área de protección infantil de la misma institución.
Para presidir la Defensoría de la Niñez, Quesille necesita 33 votos, cuestión que no ocurrió con las candidatas anteriores y que tiene al servicio descabezado desde mayo.
La semana pasada, luego de que la sala del Senado rechazara la postulación de Blanquita Honorato, UNICEF emitió un comunicado en el que manifestó que “la ausencia de la máxima autoridad de este organismo, es un retroceso y debilita la institucionalidad que el país se ha dado en esta materia”.
“Dado los desafíos que enfrenta el país en el ámbito de la niñez y adolescencia, como pobreza, rezago de aprendizajes, violencia y especialmente la protección efectiva de la niñez que ha sido vulnerada en sus derechos, resulta muy relevante que la Defensoría de la Niñez cuente con un/a Defensor/a que dirija la institución”, afirmó.