Según informa The Guardian desde Londres, la diplomacia húngara está más activa que nunca tras el propósito del primer ministro ultranacionalista Víktor Orbán de lograr que cese la hasta ahora ingente ayuda de la potencia norteamericana a Ucrania.  Para ello, representantes magiares se han trasladado a EE.UU. para reunirse con políticos republicanos que también se oponen a dicho respaldo (aunque por causas distintas).

Por lo mismo, integrantes del Instituto de Asuntos Internacionales de Hungría y personal de la Embajada del bello país europeo en EE.UU. comenzaron este lunes una reunión de dos días en Washington, organizada por una agrupación que es firme opositora a la ayuda estadounidense a Ucrania, el conservador centro de reflexión Heritage Foundation.

El citado medio menciona una fuente cercana al Partido Republicano, la que afirmó que algunos republicanos del Congreso han sido invitados a las conversaciones que Heritage Foundation celebra a puertas cerradas este lunes y martes. Además, está programado que las conversaciones sean precedidas por mesas redondas acerca de la guerra en Ucrania y otros temas internacionales incumbentes.

“Orbán confía en que la ayuda a Ucrania no se apruebe en el Congreso. Por eso intenta bloquear también la ayuda de la Unión Europea”, comentó una fuente diplomática cercana a la Embajada húngara en Washington.

El evento tendrá lugar mientras continúan las discrepancias en el Congreso de EE.UU. sobre un paquete de financiamiento combinado pedido por la Casa Blanca en octubre, el que estipula más de 60 mil millones de dólares en asistencia a Kiev. Pero los republicanos del Senado bloquearon el miércoles pasado dicho proyecto condicionando su apoyo a un mayor financiamiento para la seguridad fronteriza y exigiendo cambios a la política migratoria de su país.

Por su parte, Orbán se opone a la estrategia europea sobre el conflicto en Ucrania, basada en “la necesidad de la victoria” de Kiev y señala que este enfoque “ha fracasado”. Por ello, el líder húngaro llama a que se implemente un “plan B”, centrado en el “cese al fuego, negociaciones de paz y construcción de una nueva arquitectura de seguridad europea, que sea tranquilizadora para Ucrania y también aceptable para Rusia”, según declaró a principios de noviembre. 

Pero, además, rechaza las negociaciones para la adhesión de Ucrania a la Unión Europea debido a lo que considera “violaciones de los derechos de la minoría húngara en Ucrania por parte de Kiev”, así como por los riesgos que supone la agricultura ucraniana para el bloque y, en particular, para Hungría, país de alta producción agropecuaria.   

Desde la otra vereda, la Casa Blanca sostiene que sin el apoyo del Congreso se agotarán ya este mes de diciembre todos los fondos para comprar más armas y equipos para Kiev, determinando de ese modo su futuro en el conflicto con Rusia.  Por ello, Joe Biden ha extendido una invitación a Zelenski para reunirse con él en una bilateral en la Casa Blanca, visita también programada para este martes y centrada en cuestiones de cooperación en materia de defensa. De hecho, la oficina de Zelenski indicó que los temas clave a tratarse serán la continuidad de la cooperación entre ambos países en materia de defensa, concretamente proyectos conjuntos para la fabricación de armas y sistemas de defensa antiaérea, así como la coordinación de los esfuerzos de los dos países el próximo año.

Además del cara a cara con Biden, este martes en el Capitolio Zelensky se reunirá también con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano, evangélico y exlocutor radial Mike Johnson, según confirmó a la agencia Reuters el portavoz del parlamentario, Raj Shah. Y a las 9 de la mañana -hora del Este- Zelenski también ha sido invitado a entregar un discurso ante los senadores estadounidenses, agregó Shah.