Miles de migrantes iniciaron nueva marcha hacia EE.UU.

Una nueva caravana partió en vísperas de Navidad desde el sur de México con el objetivo de llegar hasta la frontera con Estados Unidos. Solo durante la primera semana de diciembre, la Patrulla Fronteriza de dicho país reportó casi 70 mil detenidos.

Una nueva caravana partió en vísperas de Navidad desde el sur de México con el objetivo de llegar hasta la frontera con Estados Unidos. Solo durante la primera semana de diciembre, la Patrulla Fronteriza de dicho país reportó casi 70 mil detenidos.

Esta vez se trata de una multitud que algunos han cifrado en alrededor de ocho mil personas y otros en diez mil caminantes, procedentes principalmente de Centro y Sudamérica. Familias completas y personas solas, mujeres con sus hijos, hombres jóvenes, adolescentes y también muchos niños, todos huyendo de la pobreza y la violencia, y obnubilados por el espejismo de una vida mejor en EE.UU.

Asimismo y para peor, ya todos ellos saben que deben intentar cruzar México de sur a norte apurando el paso, antes de que concluya la cumbre entre el Secretario de Estado, Anthony Blinken, y el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), cita que se inicia este miércoles 27 de diciembre para abordar con urgencia el problema migratorio y aprobar nuevas estrategias para su contención.

Los migrantes han bautizado su marcha como “Éxodo de la pobreza” y en ella no han faltado los momentos emotivos, como cuando el domingo, en Nochebuena, y mientras los mexicanos se reunían en sus hogares a celebrar Navidad, ellos, lejos de sus propios hogares, se detenían en un parque de Chiapas para compartir algo de comida que les brindaban al pasar algunas comunidades de iglesia y vecinos de de buena voluntad, según reporta la agencia AP.

Y aunque son vigilados a una cierta distancia por la Guardia Nacional mexicana y las policías locales, que siguen el avance de la marcha sin intervenir, no hay represión ni coerción en contra de ellos. Algo que deben agradecer al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, AMLO, que ha mantenido su decidido rechazo a las políticas represivas que aplica Washington para contener la migración (la que tan sólo en el último mes ha aumentado en un 31 por ciento las detenciones de migrantes).

Del mismo modo, el mandatario mexicano ha demandado de EE.UU. una mayor colaboración para resolver las causas estructurales que motivan la salida masiva de personas de sus países de origen: la pobreza extrema.

Según explicó Luis Rey García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana (CDH), de los miles de personas que conformaban la masiva caravana, “hoy caminamos los más pobres de los, aquellos que estamos en la cúspide de la necesidad, los que no tenemos dinero para pagar visas. Vamos a caminar aproximadamente entre ocho y diez mil personas en alto grado de vulnerabilidad, de los cuales unos tres a cuatro mil serían menores de catorce años”, aseguró el activista a Euronews.

Asimismo, medios mexicanos afirman que éste es el mayor éxodo del año que concluye y que la marcha, en su primer tramo hasta Ciudad de México, podría llegar a unos quince mil participantes, muchos de ellos centroamericanos, mezclados con ecuatorianos, peruanos, brasileños, aunque también hay quienes provienen de Cuba y Haití -e incluso- ¡personas de países africanos y asiáticos! 

De otra parte, las cifras de la Patrulla Fronteriza estadounidense son contundentes: si a inicios de noviembre el número de cruces de la frontera con México llegó a 53.016, en la primera semana de diciembre ya eran 69.462, en un momento en que eran detenidas casi diez mil personas diariamente, de cuyo total, un tercio era mexicano, se indicó. Así las cosas, el gobierno de AMLO estima que los estadounidenses podrían llegar a detener 307 mil personas para finales de este mes de diciembre.

Fotografía de portada: Wikimedia Commons. 





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