En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el ex ministro de Relaciones Exteriores del primer Gobierno de Michelle Bachelet, Mariano Fernández, se refirió a la decisión de Nicolás Maduro de suspender las actividades de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Venezuela y la carta suscrita por 64 autoridades de América Latina -entre ellas la propia exmandataria- en la que llamaron a redoblar esfuerzos para evitar una “tendencia dictatorial” en dicho país.
“Creo que tengo una opinión bastante clara a estas alturas de que empezó un autoritarismo en Venezuela desde el Gobierno del presidente (Hugo) Chávez. Hoy día ha ido quedando atrás en la historia todas esas expresiones populistas de Chávez en su época y, finalmente su enfermedad, y la sucesión por Maduro, que ha instalado francamente una dictadura”, señaló el excanciller.
Fernández sostuvo que “no nos olvidemos de lo que hemos vivido en el continente. Maduro prohíbe que la principal candidata opositora participe en las próximas elecciones, pero no solamente a Corina Machado, también prohíbe que participe Henrique Capriles. Ha colocado en prisión a un montón de gente”.
“Leí una estadística, que entiendo que es de Nacionales Unidas, que son ocho millones y medio de venezolanos los que circulan por el mundo, donde hay una mezcla entre perseguidos políticos, gente en situación económica producida por este mundo populista. Recordemos que Venezuela era por lejos el país más rico de América. Entonces, hemos ido derivando hacia una dictadura que está ahora instalada en Venezuela”, expresó.
Por lo mismo, consideró “estupendo que hayamos logrado que 18 excancilleres, dos jefes de Estado –la presidenta Bachelet y Eduardo Rodríguez Veltzé de Bolivia- más un conjunto de académicos y otros ministros un consenso para tratar de frenar la deriva autoritaria y dictatorial de Venezuela, porque lo que hizo al final con la representación del Alto Comisionado de DD.HH. es un acto arbitrario y autoritario impresentable”.
En cuanto a los efectos que conlleva para los países el cierre de oficinas internacionales relativas a los derechos humanos, Fernández, junto con destacar el rol informativo de estas organizaciones, en el caso del Alto Comisionado mencionó que “ha jugado un papel muy significativo por lo menos para difundir y poner en conocimiento a la opinión pública internacional”.
“Estamos con muchos conflictos donde las violaciones a los derechos humanos han sido brutales y hoy día, después del fin de la Guerra Fría, se ha aceptado que Naciones Unidas tenga estos observadores en cualquier país donde, además, aparezcan indicios de que es importante observar la situación interna”, aseveró.
