La comunidad agrícola de Monte Patria lleva años buscando el modo de proteger los petroglifos que por doquier se encuentran en los cerros, evidenciando el uso agrícola que ancestralmente tuvieron esas tierras, hoy más bien secas y relegadas al olvido por la política pública, pero no por sus habitantes.
En el sector de Piedras Bonitas, el pasado sábado se desarrolló un recorrido de conexión con el patrimonio arqueológico presente en el territorio. Uno de los objetivos: procurar la convergencia del saber académico, el local, la mirada campesina e institucional.
En ese marco, se han enfocado en que el Programa Manejo Sustentable de la Tierra, que de la mano de CONAF se ejecuta desde el 2023 en la comuna limarina, se pueda desarrollar un cierre perimetral que habilite una zona de exclusión donde salvaguardar los petroglifos, reforestar con flora nativa y hacer senderos que posibiliten el diálogo sobre todo con las escuelas de la comuna y los sectores dedicados al turismo.
La iniciativa, validada por la mesa campesina comunal, “es ambiciosa, pues pretende operar como piloto para transformar esta inversión en política pública, buscando que otras comunidades agrícolas puedan postular e ir logrando una protección efectiva a este patrimonio que se entiende resguardado por el solo ministerio de la ley, pero que la experiencia demuestra que si no hay recursos para fiscalización, puesta en valor, y medidas que habiliten una adecuada protección, termina siendo letra muerta”.
“Se calcula que un 90% de los petroglifos que había en el lugar se ha destruido o desaparecido, por lo que urge tomar medidas que permitan proteger lo que queda, y aprender de lo que nuestros antepasados nos legaron” advierte el presidente de la Junta de Vecinos del sector, Gabriel Muñoz.
Aprovechando los conocimientos del antropólogo social Ricardo Codoceo, del educador intercultural Benito Aguirre, de vecinos de Combarbalá que vienen haciendo un trabajo de rescate en la localidad de El Durazno, y de comuneros como la señora María, José, René, Carmen, Samuel, entre otros, se pudo ir tejiendo una interpretación asociada al modo de habitar. Esto, ligado a la agricultura lo que permitió encontrar petroglifos que indicaban el calendario agrícola, el lugar de los vientos para aventar, el lugar donde dejar las piedras, donde encontrar agua, en fin, una comprensión encarnada de los mensajes que artesanos o artesanas de la piedra, desde tiempos muy antiguos, estamparon para quienes transitaban el territorio en esos tiempos.
“Pero también para quienes lo hacen hoy, porque no existía la comprensión lineal del tiempo que normalizó occidente” agregan desde la comunidad agrícola de Monte Patria.
Recorrido de conexión con el patrimonio arqueológico en Piedras Bonitas. Imagen de Andrés Larraín Araneda.
Todo el recorrido estuvo acompañado de la invitación a conectar con el espíritu que habita en el lugar, entendiendo que la “señalética” que suponen los petroglifos viene de los tiempos en que el ser humano se asumía parte de la naturaleza, conectado con los astros, las divinidades y cada especie que vivía o transitaba por el territorio.
Finalmente, se disfrutó de un almuerzo comunitario, con cabrito al horno y “macho rucio”, en el que se fue dibujando con más claridad la urgencia de poner manos a la obra con la zona de exclusión, de seguir haciendo actividades formativas con la comunidad, pero también con el Estado. Éste último representado por Conaf, pero asumiendo que también es necesario contar con Carabineros, PDI, Bienes Nacionales, entre otros. En todo caso, comentaron: “Fueron invitados, pero se excusaron de asistir”.
Por esta razón, concluyeron que “es necesario ir avanzando en conjunto hacia una política efectiva de protección, colaborativa y contundente, que habilite la conexión con el patrimonio local”.
