Bajo el alero de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), este año el movimiento social ha experimentado una importante activación en la discusión de la mesa del sector público. Uno de sus protagonistas es la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), quiénes esta semana dieron inicio a la mesa de negociaciones con el Gobierno.
Su presidente, José Pérez Debelli, en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, abordó los desafíos próximos para mejorar las condiciones de los funcionarios públicos. Además, comentó sobre el estado actual del sindicalismo en el país, así como también expuso su expectativas en cuanto a las menciones y anuncios del Presidente Gabriel Boric en la Cuenta Pública de este 1 de junio. “Es importante mencionar que el Estado no existe si no existe el rol que ejecutamos”, afirmó.
– ¿Cómo evalúa el inicio de negociaciones con el Gobierno?
Esto viene desde hace dos años, en agosto del 2022 como ANEF nos juntamos con el Presidente de la República y le planteamos la importancia de sentarnos en una negociación sectorial. No había pasado nada, mandamos una carta al Presidente para recordar ese compromiso y logramos concretar esta reunión. Estuvo el ministro de Hacienda y quedamos de reencontrarnos en tres semanas más para ver las propuestas con los contenidos de parte de la ANEF.
– ¿Cuáles fueron las peticiones para trabajar en el corto plazo en esta mesa con el Gobierno?
Hay cuatro temas que queremos relevar, pero en la particularidad de la ANEF. Está la Ley 40 horas, teletrabajo para el sector público, incentivo al retiro y las condiciones del empleo de las y los funcionarios públicos.
– En ese sentido, ¿cuáles son sus prioritarias?
Queremos que se legisle también para el sector público 40 horas. Hemos dicho que hay situaciones de jornadas ordinarias que podrían ajustarse. Hay situaciones más complejas, pero no imposibles de abordar, que son los sistemas de turno en salud y educación.
Hemos también acuñado el principio de trabajo decente como un principio que tiene que cursar la vida laboral. Por lo tanto tenemos que asegurar que avanzamos en el salario mínimo, incluso hemos cambiado el concepto a “salario vital”, que es más integral que subsistencia.
– ¿Cuál es el análisis que realiza sobre el estado actual de los funcionarios públicos y sus condiciones de trabajo en Chile?
Hay un agobio, tener un Estado subsidiario nos afecta en dos puntos: primero, precariza más las condiciones laborales, hay mucho honorario, mucho contrato temporal que se conoce como esta figura a contrata. Y lo segundo, este Estado subsidiario limita un presupuesto suficiente para tener una respuesta oportunamente frente a las grandes necesidades de esas grandes mayorías. Entonces, el privado aparece salvando el trabajo del Estado, pero cuando vemos que se privatiza, se externaliza o se terceriza, no es tan eficiente esa inversión privada.
– Comenta aspectos negativos o que están en deuda todavía pero, ¿existen aspectos positivos? ¿Hay avances en la agenda del sector público en el último tiempo que se puedan destacar?
Todo lo que tenemos en nuestra planilla de remuneraciones son conquistas sindicales. Aquellos aspectos que hemos transformado con conquistas sindicales como incentivar al retiro, como los complementos de las metas o los espacios de participación con el Servicio Civil en materia de capacitación, de evaluación del desempeño.
– Respecto de las conquistas sindicales, se ha vivido este año una fuerte reactivación del movimiento social. ¿Qué opina sobre este hecho?
En buena hora la Central Unitaria de Trabajadoras y Trabajadores, que nosotros somos afiliados, ha puesto algo necesario que es cómo nos rearticulamos el mundo social, llámese también sindicatos. Somos asalariados, eso nos obliga también a juntarnos con los estudiantes, los pobladores, las personas adultas mayores, que permita generar un tejido social.
Eso estamos apoyando, este año cumplimos 81 años de existencia, desde que nuestro fundador Clotario Blest dijo que el sindicalismo no solamente es corporativo. Estamos mandatados para defender a nuestros compañeros y sus derechos fundamentales, pero también tenemos una opinión de lo que pasa en nuestra sociedad.
– Anteriormente mencionaba los proyectos de 40 horas, también el salario mínimo, que han sido apuntados por algunos como iniciativas positivas de este Gobierno, mientras que otros los tachan de insuficientes. ¿Comulga con alguna de estas posiciones o tiene una opinión diferente?
Toda base que contribuya a correr el cerco en poder ir nivelando hacia arriba, superando la desigualdad y la brecha es un avance. Pero no es suficiente, hoy con la CUT ya hablamos de $630 mil pesos como sueldo bruto para ir moviéndose. Ahí hay un desafío. Lo mismo que la reforma tributaria, que se ha ido modificando por presiones de un sector que no quiere pagar en la medida que tanto tienen, con justicia social para superar esta brecha en educación, en salud, en vivienda.
– En específico, ¿cómo valora la gestión del Gobierno en materia de discusión del sector público en estos dos años?
Nosotros tenemos una valoración positiva, por ejemplo, en la reunión donde se instaló la mesa sectorial con el Gobierno. Ahora, lo que nos complejiza, es cuando echamos de menos la coherencia de algunas autoridades. Porque el Presidente ha señalado que es importante el rol de trabajadores, del sindicato. Pero si hay autoridades que piensan lo contrario, cuando hay malas prácticas laborales en algunos servicios, que lo hemos vivido lamentablemente, lo que hacen es perjudicar incluso la función estratégica pública que nosotros cuidamos.
– Respecto a la labor sindical en Chile, ¿en qué punto diría que se encuentra el país en cuanto al fortalecimiento de los sindicatos y el robustecimiento de esta figura?
Hay una demanda en general, que es la negociación colectiva. Se tiene que avanzar en lo que se conoce en términos sindicales como la negociación ramal. Que por sectores podamos tener la fuerza de negociar en ámbitos laborales. Es estratégica para construir la democracia. Es un nivel de compromiso que el Gobierno lo señaló y que ojalá sea anuncio en la Cuenta Pública. En un país donde somos 20 millones de habitantes, no 40 ni 100 millones, podría ser perfectamente posible avanzar en justicia social.
Y otro proyecto tiene que ver con cómo la Ley Karin ayudará a contribuir a eliminar todas las formas de abuso, violencia y malas prácticas en el mundo del trabajo.
– ¿Qué opina sobre la relación del Presidente de la República, Gabriel Boric, con el gran empresariado en este último tiempo?
El Presidente tiene la obligación de dialogar con todas las partes. Tiene que tener diálogo con el gran empresariado, también con los pequeños empresarios. Yo creo que se ha movido bien. Ha puesto los énfasis claros en su mensaje. Sin embargo, lo que nosotros pedimos es que los mismos diálogos que tiene con el empresario, también los tenga frecuentemente y tenga un diálogo más activo con las dirigencias sindicales.
– ¿Espera alguna mención o promesa en la Cuenta Pública del Presidente Boric respecto al sector público?
Sería bueno que se releve este espacio de diálogo en la mesa del sector público. Hay sectores que los ofenden, los ningunean. Sería bueno decirlo, porque lo que no se dice, se invisibiliza. Y que mencione que es importante que el Estado no existe, sino existe el rol que ejecutamos en la política pública los trabajadores y trabajadoras. Y que mencione la negociación ramal, los derechos colectivos y profundizar la democracia en el diálogo social tripartito.